Jordi Turull Negre (Parets del Vallès, 1966) asumió la secretaría general de Junts per Catalunya a principios de junio del 2022. En estos nueve meses, ha tenido que gestionar numerosos episodios que han agitado el partido, siendo la salida del Govern con ERC el capítulo más peliagudo. Ex preso político parcialmente indultado por el 1-O, el Tribunal Supremo le ha mantenido la inhabilitación para el ejercicio de un cargo público hasta el 2031. Con todo, Turull asegura estar centrado en las elecciones municipales 2023, comicios que afronta con "optimismo". Entretanto, el dirigente juntaire también tendrá que hacer frente a la sentencia de la presidenta del partido, Laura Borràs, sobre las presuntas irregularidades en la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) y los escenarios que se pueden abrir en relación con el liderazgo del Parlament y al frente de la formación si esta es condenatoria. Jordi Turull recibe a un equipo de El Nacional.cat el día que Catalunya tiene unos nuevos presupuestos y la semana en que ha aparecido nueva información sobre la Operación Catalunya, hecho contra el cual adelanta que plantarán batalla judicialmente. 

Jordi Turull, secretario general de Junts per Catalunya / Foto: Pau de la Calle.

En los últimos días, estamos conociendo más información sobre el origen de la Operación Catalunya. ¿Qué valoración hacen? ¿Les sorprende lo que está saliendo?
Desde Junts per Catalunya, pensamos que lo que está saliendo es muy grave. Ya teníamos alguna información, por tanto, sorpresa, sorpresa, no hay. Ahora, sin embargo, está saliendo mucha más información y lo que tenemos claro es que nosotros no queremos mirar esto desde la barrera a ver qué pasa, sino que queremos tener un papel activo. Por lo tanto, también queremos actuar judicialmente.

¿Qué acciones emprenderán?
En este sentido, los abogados de Junts per Catalunya están estudiando cómo y de qué manera puede ser más efectivo que nosotros tengamos una intervención judicial en todos los órdenes y en todas las instituciones hasta donde haga falta para que la Operación Catalunya no quede en nada. Queremos tener un papel activo y lo tendremos, político y judicial.

Este viernes se han aprobado los presupuestos con los votos de ERC, PSC y los comunes. ¿Qué lectura hace?
Hemos visto que Esquerra Republicana se ha esforzado mucho más en llegar a un acuerdo con el PSC que no con quien les dio la presidencia de la Generalitat de Catalunya. Nosotros lo que hemos hecho es defender aquello que fue nuestra propuesta al Govern para tener unos buenos presupuestos. Hemos visto cómo ha habido esta deriva de superar todas las contradicciones que hiciera falta para llegar a un acuerdo con el PSC. De facto, es un tripartito, que ya funcionaba en Madrid, se está aplicando aquí en Catalunya y, por lo tanto, queda muy lejos de los compromisos del president de la Generalitat en su debate de investidura.

Desde el Ejecutivo, defienden que este proyecto de presupuestos incluye el 79% de las propuestas que ustedes plantearon a finales de noviembre. ¿Por qué, pues, esta falta de entendimiento?
Eso es muy tramposo, porque si el 20% no incluye nuestras propuestas troncales, que para nosotros son importantes para unos buenos presupuestos, pues evidentemente que no va bien. Por ejemplo, está el tema de la fiscalidad. Vivimos en un momento en que la inflación es muy grande y está empobreciendo a la gente. Lo que no podemos hacer es solucionar el espolio fiscal que vive Catalunya a base de cargar más a la gente con temas impositivos. La deflactación del IRPF es una cosa que se ha hecho en muchos lugares de todo tipo de colores políticos. De toda la parte fiscal, no se nos ha recogido ninguna propuesta. Otro tema que no se nos ha recogido, y que para nosotros es fundamental para la actividad económica, es la cuestión de ayudas a pequeñas y medianas empresas que se están planteando si pueden aguantar el negocio o incluso tienen que echar a algún trabajador. De eso tampoco se nos ha recogido nada. Tampoco se nos ha recogido nada de todas las propuestas que aprobó el Parlament de Catalunya en el debate de política general del 'preparémonos', de aquellas acciones que nos tienen que ayudar a crear las condiciones para avanzar hacia la independencia. Sí, se nos han recogido algunas propuestas, pero las troncales, las de fiscalidad, las de apoyo al tema energético, no lo han hecho.

¿La aprobación de los presupuestos blinda al Govern de Pere Aragonès hasta el final de la legislatura?
Yo creo que le dará respiración asistida. Ellos tienen que hacer un planteamiento. No sé si lo ha blindado el acuerdo con el PSC, no nos han explicado si ahora la confianza del president Aragonès es un pacto sólido con los socialistas. Nosotros no lo conocemos, no hemos estado en estas negociaciones. Es un Govern con 33 diputados de 135, veremos si con el paso del tiempo se va consolidando este acuerdo que tienen con los socialistas, pero eso no nos corresponde decirlo a Junts per Catalunya. Lo único que hemos visto es que no ha habido ningún tipo de proporción entre el intento de llegar a un acuerdo con el PSC por los presupuestos con lo que han hecho con nosotros. Presentamos una propuesta seria con medidas, participamos en todas las reuniones, pedimos mucha documentación para saber dónde estábamos y mucha de esta no se nos hizo llegar. No obstante, hemos hecho aportaciones positivas, serias y posibilistas. De repente, se llegó a este acuerdo con los socialistas afrontando las mil contradicciones que pueda haber.

La aprobación de los presupuestos le dará respiración asistida al Govern de Pere Aragonès. No ha habido ningún tipo de proporción entre el intento de llegar a un acuerdo con el PSC para los presupuestos con lo que han hecho con nosotros

En este contexto de ruptura de la confianza entre ERC y Junts, ¿estarían dispuestos a participar o a impulsar una moción de censura, aunque fuera de carácter técnico, para convocar elecciones?
Nosotros, en las actuaciones, nos movemos en el terreno posibilista y de no jugar a la estética. Estamos en un momento que hay muchos retos para el país. La única mayoría que prevemos en el Parlament de Catalunya es la mayoría de fuerzas independentistas. Se tendría que reforzar más la mayoría del 52% y, por lo tanto, lo que no haríamos es buscar apoyos para una moción de censura por parte de fuerzas que no son independentistas porque nos contradiríamos nosotros mismos. Lo que sí que defendemos es la importancia y la legitimidad del Parlament de Catalunya. A nosotros nos preocupa que dos grandes pilares que ha tenido el movimiento independentista, la movilización y la legitimidad democrática de todo el procés independentista que nos daba las urnas, por parte del Govern haya una actitud de dar la espalda a las dos cosas.

Visto lo que está pasando en Madrid entre el PSOE y Podemos, y teniendo presente todo lo que está explicando, ¿cree que fue un error salir del Govern? Le pregunto porque, en el caso de Podemos, hay muchas tensiones entre los dos socios de gobierno, pero Podemos deja claro que ellos no saldrán del ejecutivo porque consideran que las políticas que ellos defienden las pueden defender mejor desde dentro que desde fuera.
Cuando tomas una decisión que la toma la mayoría de la militancia, es la que es. Seguramente, es la mejor porque es la que contó con el apoyo de la mayoría de la militancia. Junts per Catalunya no tiene ninguna vocación de ser un partido muleta de alguien que orienta las políticas en dirección contraria a la cual nosotros nos presentamos con los ciudadanos. Quizás Podemos tiene la vocación de ser un partido muleta. Junts no la tiene. Todo aquello que sea para avanzar hacia la independencia y hacia el bienestar y progreso de los ciudadanos, nosotros queremos estar. Todo lo que sea retroceder en estos términos, nosotros no estaremos. Muchas cosas las intentábamos cambiar desde dentro del Govern y era una situación complicada. Por lo tanto, este debate ya está absolutamente superado, no estamos mirando atrás para ver si la decisión fue errónea o no. La decisión es la que es y cada vez los hechos nos llevan a decir que Esquerra —en su momento— priorizó el cumplimiento del acuerdo con el PSOE. Eso se está viendo.

¿Cree que a Junts lo ha beneficiado electoralmente el hecho de irse del Govern?
No nos lo hemos planteado en términos de cálculo electoral, sino en términos de credibilidad y coherencia con aquello con lo que nos comprometimos con los ciudadanos. Eso creo también tendría que ser un valor en la política.

Cuando hacía referencia a todos los temas de presupuestos que habría defendido Junts, ¿no habrían podido defender mejor todo esto siguiendo en el Govern?
Depende. Nosotros hemos podido impulsar ahora cosas que dentro del Govern no pudo ser. Por ejemplo, las conselleres Lourdes Ciuró y Violant Cervera querían impulsar toda la legislación en materia de ocupaciones delincuenciales y mafiosas. Eso se bloqueaba dentro del Govern por parte de ERC. O la B-40: desde la Presidència, se prohibió que se fuera a aquel acto que permitía que desde Catalunya se pudiera ejecutar con la financiación del Estado una solución para la movilidad de los dos Vallesos. En cambio, hemos tenido que estar fuera para que eso salga adelante. Son todas estas contradicciones que están demostrando aquello que, desde dentro del Govern no se nos permitía a Junts per Catalunya impulsar algunas cosas y, en cambio, vemos que ahora con el PSC, aquello que antes no podía ser, las han tenido que salir adelante ellos o nosotros desde la fuerza que tenemos en el Parlament.

Lo que no haremos será buscar apoyo para una moción de censura por parte de fuerzas que no son independentistas, nos contradiríamos nosotros mismos. Se tendría que reforzar más la mayoría del 52%

Ustedes hablan de tripartito, pero eso sería la sociovergencia, ¿no?
No, porque nosotros hemos defendido nuestras propuestas. Nosotros no hemos firmado ni tenemos ningún acuerdo con el PSC. En cada votación del Parlament de Catalunya votamos en función de lo que defendemos. Aquí las combinaciones y coincidencias son muy diversas por parte de todo el mundo. Es un poco demagógico hablar de pinza. Solo hay que hacer un estudio de coger 50 votaciones del Parlament de Catalunya para ver las diferentes coincidencias que hay entre todo tipo de formaciones. Eso sería como si en una votación coincidimos Junts y los socialistas y votando en contra coinciden ERC y Vox. Yo no diré que ERC y Vox hacen una pinza. Cada fuerza política se tiene que mover por aquello que defiende. No hay ninguna estrategia ni por imaginación de sociovergencia ni ninguna cosa de estas, es un argumento mucho de antes que no tiene ningún tipo de sentido.

Jordi Turull, en un momento de la entrevista / Foto: Pau de la Calle.

El juicio a Laura Borràs ha quedado visto por sentencia. Si es inhabilitada, ¿afectará a la presidencia del partido?
No estamos en esta pantalla porque nosotros la presunción de inocencia la defendemos desde el principio hasta el final. En el escenario que nosotros defendemos, prevemos y queremos —y que es igualmente de plausible— es que salga adelante, sea absuelta y sea restituida en su sitio. No jugaremos a pasarnos de pantallas. Y hago una reflexión: hay mucha gente de fuera de Junts que tiene mucho interés en que Junts hable de Junts, y no lo haremos. Tomaremos las decisiones cuando se tengan que tomar en cada momento, pero ahora nosotros estamos en la pantalla que no hay sentencia. Hemos defendido la presunción de inocencia, creo que en el juicio se vieron muchas cosas que acaban dando la razón a muchas de las cosas que habíamos dicho, y por lo tanto nosotros el escenario que queremos prever es que salga absuelta y que sea restituida como presidenta del Parlament.

En cualquier caso, el partido tiene que tener prevista alguna respuesta. ¿Una persona que puede ser condenada por fraccionamiento de contratos puede ser presidenta de un partido como Junts?
Si fuera otra persona, no se habría encontrado ante un tribunal por los hechos que se la han juzgado. Eso lo está diciendo absolutamente todo el mundo, el nivel de ensañamiento que ha habido con petición de penas e inhabilitaciones o con algunos temas como los que se han discutido. No nos anticiparemos a una pantalla que muchos tienen ganas que nos anticipemos porque su respeto por la presunción de inocencia deja mucho que desear. Estamos donde estábamos, justo al principio del juicio. Una vez llegue la sentencia, se harán las valoraciones que se tengan que hacer.

¿Es un caso de lawfare?
Creo que eso lo ha reconocido prácticamente todo el mundo. Ya se vio la actitud de la presidencia del tribunal que lo componía, le podía más el hecho de intentar cortar las intervenciones. Cuando a ti te preside el juicio a una presidenta del Parlament una persona que no ha tenido ni la compostura ni la educación porque había un presidente del Parlament —Roger Torrent— que llevaba un lazo amarillo y no quedarse en un acto, cuando ha protagonizado mil episodios donde se le ha dicho incluso que no era objetivo en juicios a cargos institucionales independentistas, ya se ve por dónde van. Si no hubiera sido la persona que es, no nos encontraríamos ni ante esta petición de penas ni, seguramente, ante este juicio.

No obstante, lo que sí que deben estar planteándose es la presidencia del Parlament.
Estamos igual que antes: lo que nosotros defendemos es que se la absuelva y se la pueda restituir inmediatamente, porque la presidenta ahora está suspendida, ya que lo acordó la Mesa del Parlament.

Pero en caso de que hubiera una inhabilitación, el efecto sería mecánico.
Entonces ya lo abordaríamos. Nosotros no queremos trabajarlo porque es debilitar nuestros propios argumentos de aquello que hemos defendido hasta el último minuto del juicio. A toda esta gente que defiende la presunción de inocencia, pero que tiene prisa por, antes de que salga la sentencia, decidir el que ellos les gustaría o piensan que saldrá, también me gustaría saber qué es lo que harán si sale absuelta y qué nivel de disculpas tendrían ante todas las dudas que han dejado correr.

Hay mucha gente de fuera de Junts que tiene mucho interés en que Junts hable de Junts. Tomaremos las decisiones que se tengan que tomar en cada momento, pero respetamos la presunción de inocencia y el escenario que defendemos es que Laura Borràs sea absuelta y restituida como presidenta del Parlament

Cuando hubo el acuerdo entre ERC y Junts para la investidura de Pere Aragonès, se repartió la presidencia de la Generalitat para ERC y la del Parlament para ustedes. ¿El hecho de que Junts haya salido del Govern hace que el acuerdo esté roto?
El acuerdo, por incumplimiento por parte de ERC, está roto. Con respecto a la presidencia del Parlament, no somos nosotros quien nos tendríamos que aclarar, si no más bien es Esquerra Republicana quien se tendría que aclarar. Hemos visto mensajes y declaraciones contradictorias.

Esta semana, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, dijo que la sustitución de Laura Borràs en la presidencia del Parlament sería una buena oportunidad para rehacer la unidad del independentismo. También aseguró que, en los próximos días, se pondrían en contacto con Ustedes. ¿Se ha producido este contacto?
No. Se habló de un mensaje que Vilalta había enviado al presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, y yo le pregunté y me dijo que no lo había recibido. Lo que habría ayudado a recoser el espacio independentista es que no hubiéramos llegado a la situación de la suspensión de la presidenta Borràs.

¿Qué objetivos tienen para las elecciones municipales 2023?
Serán las primeras municipales que afrontamos como Junts per Catalunya. Para nosotros, son muy importantes desde el punto de vista de la acción política, porque es la primera institución de acción y de referencia de los ciudadanos. Los objetivos que tenemos son presentarnos en tantos municipios como sea posible, desde la capital del país hasta el pueblo más pequeño. En este sentido, tenemos muy buenas sensaciones, con gente muy firme que se está sumando al proyecto. Para nosotros, también es una cuestión de país ganar la capital de Catalunya para que haga de fuerza tractora en todos los ámbitos de la política desde el punto de vista del progreso económico y social, pero también como referencia y punta de lanza nacional. Tenemos una dinámica de sumar muchas personas y candidaturas para ir conjuntamente a las municipales.

¿Xavier Trias tendrá libertad total a la hora de hacer pactos?
Xavier Trias tendrá todo nuestro apoyo para que pueda ganar las elecciones en Barcelona y, una vez ganadas, después veremos cuáles son los escenarios que hay y las posibilidades que hay, pero él cuenta con toda nuestra confianza.

¿Avalaría una reedición del pacto en la Diputació de Barcelona?
Tenemos que mirar en qué términos se produjo este pacto. Junts, como fuerza política, no existía. Nuestra ponencia política es muy clara: prioridad de pactos con las fuerzas independentistas en los organismos supramunicipales y, si estos no son posibles, miraremos qué alternativas hay. También quiero decir una cosa: habrá respeto a la autonomía municipal, porque el mundo municipal es muy diverso en toda Catalunya y no se pueden comparar situaciones entre unos y otros con el nivel de militancia y compromiso que puede haber entre todo el territorio, porque hay muchos pueblos (la inmensa mayoría de pueblos de Catalunya tienen menos de 5.000 habitantes) en que, más que en términos de estrategia política, hay muchas complicidades personales.

¿A Trias se le ha dejado manos libres para hacer la campaña que quiera?
A Xavier Trias y a todos los otros. Es evidente que cada uno en su municipio sabe qué es aquello que tiene que plantear a partir de escuchar a la gente, qué temas generan más interés en un municipio. Pero eso no quiere decir renunciar al ideario de Junts per Catalunya, sino al contrario. Es tener más fuerza en los ayuntamientos.

Nuestra ponencia política es muy clara: prioridad de pactos con las fuerzas independentistas en los organismos supramunicipales y, si no son posibles, miraremos las alternativas que haya. Habrá respeto a la autonomía municipal

A pesar de eso, Trias es un ejemplo bastante claro de cómo las siglas se pueden aparcar un poco y pronuncia su propio discurso, entre las cuales cosas, reivindica lo que era Convergència. De hecho, considera que fue un error disolver CDC. ¿Usted lo comparte?
Xavier Trias dice eso cuando se le pregunta por eso. Creo que hay etapas y momentos históricos que producen situaciones nuevas. Xavier Trias no se esconde de ser de Junts per Catalunya, lo ha dicho. A todos los actos que se le pide desde Junts que vaya, lo hace. Trias está comprometido con Junts, pero cuando se le pregunta de todo el proceso que hubo, él tiene su opinión, que es lógica y respetable.

Jordi Turull, en un momento de la entrevista / Foto: Pau de la Calle.

¿Qué piensa de esta reivindicación de la herencia de Convergència? Trias no es el único que lo hace, hay otros dirigentes de Junts que también lo comparten, como Jaume Giró.
Lo que se reivindica es una manera de hacer y de ser, que también era muy transversal. Hay mucha gente que lo defiende. Yo vengo de una escuela política y no renegaré de esta manera de ser y de hacer política, pero precisamente esta manera de ser y de hacer política es lo que me permite estar muy cómodo en Junts per Catalunya para entenderme con personas que no vienen de esta tradición política, que vienen otras formaciones políticas o gente que no viene de ningún partido político. Por lo tanto, yo no reniego de la cantidad de trabajo que se hizo en su momento, con todos los claroscuros. Pero ahora estamos en una situación nueva. Ahora salimos del 1 de octubre. Ahora, nuestro objetivo —a diferencia de los que se habían planteado antes— es hacer Estado. En los años 70-80, había objetivos como la recuperación de las instituciones, hacer país, hacer nación. Justamente mucho trabajo que se hizo permite dar un paso adelante. Ahora estamos en otro paradigma, no miro hacia atrás para querer ver si eso es útil en un contexto político absolutamente diferente.

¿Cree que hay gente de Junts que le puede molestar o incomodar esta reivindicación de Convergència que se hace desde algunos sectores del partido?
Creo que no, porque para mí sería como si a alguien le incomodara reivindicar el papel fundamental que en su momento tuvo el PSUC en temas muy primordiales como la inmersión lingüística; o lo que era el socialismo catalanista, mucha gente que hay en Junts proviene de aquí. ¿Por qué tienen que renegar de todo lo que hizo en su momento? No se tiene que renegar, porque uno se mueve por unas convicciones políticas y también en función del contexto y retos que uno se marca en cada momento. Nosotros, en Junts, no preguntamos a nadie de dónde viene, sino a dónde queremos ir. No le pidamos a nadie que reniegue de haber militado en un partido u otro, o en cabeza, porque hay gente que viene de los movimientos sociales.

¿Considera que se tiene que restituir a Jordi Pujol o que se lo está restituyendo?
Pienso que después de todo lo que ha pasado, todo el mundo ha llegado a la conclusión —después de aquella ola mediática— que en la balanza, el president Pujol ha sido un gran activo político para Catalunya y que su obra de gobierno ha sido un gran activo. Hubo el episodio de los claroscuros, pero creo que ahora todo el mundo y el tiempo le reconocerá el gran trabajo que ha hecho por el país. Una cosa no quita la otra. A veces, en este país existe el problema de la ley del péndulo: si tú defiendes que ha hecho una gran obra de gobierno, es que estás justificando lo que confesó que había hecho. Pues no, una cosa no quita la otra, pero decir que el president Pujol ha dejado una huella en muchos ámbitos de cómo se ha construido este país los últimos 40 años es negar una evidencia.

¿Es, por lo tanto, la hora de recuperar su figura política?
Más que recuperar, de valorarla en los términos objetivos y no sometida a la tormenta mediática que hubo en aquel momento de la confesión. Creo que eso se está haciendo de manera natural. Cuando pasó aquello, algunos ya dijeron que el tiempo y la historia situará la balanza en su lugar, y creo que ahora también ha ayudado que él ha salido, digamos, de todo este tiempo en que no ha hablado en ningún medio. También estamos viendo como las cloacas del Estado, con él personalmente, han tratado de tumbarlo.

Después de todo lo que ha pasado, todo el mundo ha llegado a la conclusión de que, en la balanza, el president Pujol ha sido un gran activo político para Catalunya. Se tiene que valorar su figura en términos objetivos y creo que se está haciendo de manera natural

En las últimas semanas, ha habido el pronunciamiento del Tribunal Supremo después de la reforma del Código Penal. En su caso, le mantienen la inhabilitación. ¿Qué valoración hace?
La valoración que hago es que el Tribunal Supremo ha hecho otra vez de opinador político, de legislador. El Estado español, con todo lo de la Operación Catalunya, con los hechos que nos encontramos cada día, con el CatalanGate, etcétera, es un estado que, a nivel de pilares democráticos, está oxidado. El gobierno de España representará a los ciudadanos españoles, pero no representa el Estado. El Estado es el de siempre, son los mismos. Por lo tanto, no ha sido sorprendente. A nosotros nos sabe mal que ahora haya las consecuencias de no haberla hecho con el rigor que hacía falta porque solo con que dejes un poco de resquicio a la cúpula judicial, sabes que tumbará toda la muralla. Nosotros siempre hemos dicho que esto no iba de soluciones personales, sino que iba de intentar que en el Estado español se pueda vivir y se puedan ejercer los derechos y libertades fundamentales que se viven en Europa y no que el Estado se blanquee de cara a Europa.

En cambio, ya no están inhabilitados Josep Rull, Quim Forn o Jordi Sànchez. ¿Cómo valoraría que Rull volviera a la primera línea política?
Josep Rull es una persona que está muy implicada, ahora mismo, con las elecciones municipales. Siempre se ha contado con él, igual que con todos los otros, como Quim Forn o Jordi Sànchez. Josep Rull es un activo de primer nivel político que tenemos en Junts y lo que queremos es poder aprovechar todos los activos políticos de primer nivel. Tenemos la suerte de tener muchos de primer nivel que están implicados y comprometidos, en el caso de él contabilizándolo con su trabajo en el ámbito privado. Él forma parte de aquella escuela que podría decir que es igual que la mía y la de tantos otros en que toda la vida estaremos comprometidos hasta que biológicamente ya no se pueda más.

¿No prevé un retorno, pues, de Rull a la primera línea política, cuando habla de compatibilizarlo con el trabajo privado?
Ahora está comprometido. Nosotros estamos muy centrados en las municipales, estamos aquí. No queremos anticipar pantallas. Lo único que quiero poner de manifiesto es que tanto en Josep Rull como en tantos otros, todo aquello que se le pide desde Junts per Catalunya para poder participar e ir por el territorio desde que salimos de la prisión, lo hacemos y lo seguimos haciendo. Pero no nos situamos ni estamos en un debate que, a efectos de Junts, ahora no toca. De este tema no hemos hablado.

¿No cree que el procés está en un estado de latencia y que se ha desperdiciado la mayoría del 52%?
Estamos desordenados y enfrentados en algunos casos. Lo que tenemos que hacer es ordenarnos y compactarnos y eso requiere reconocer la legitimidad de todas las estrategias, pero compartir un objetivo: no la independencia en abstracto, sino avanzar hacia la independencia. Quien sabe lo que quiere encuentra un medio; quien sabe lo que no quiere encuentra una excusa. Nosotros lo que queremos es sentarnos para encontrar qué medio nos permite encontrarnos a todos para poder avanzar, que es como habíamos avanzado antes. También teníamos estrategias diferentes antes. Siempre he defendido la teoría del rellano: para ir a la una, uno tiene que subir un peldaño con respecto a lo que uno estaba dispuesto a hacer y el otro tendrá que bajar un peldaño para encontrarnos al rellano para avanzar hacia la independencia. Si fuimos capaces de hacerlo en momentos en que también había un espacio desarreglado y enfrentamientos, ¿por qué no tenemos que poder hacerlo ahora? La represión ha tenido efectos, es verdad que ha tenido efectos porque ha generado dudas en algunos, porque ha generado desconfianzas y reproches, pero justamente tendríamos que aprovechar la represión para fortalecernos más, para cargarnos de más razones y para activarnos de una vez, y no hacer el juego al Estado. Le debemos causar miedo al Estado porque no para de reprimir en todos los ámbitos. Alguien dijo que sin autocrítica no se puede mejorar, pero sin autoestima no se puede avanzar. Convirtamos esta oleada de represión también en autoestima. Más que recrearnos en el problema, nos tenemos que concentrar en la solución. La gente está. No conozco a ninguna persona que diga que era independentista en el 2017 y ahora no lo sea.

Tenemos que aprovechar la represión para fortalecernos más y para activarnos de una vez. Sin autocrítica no se puede mejorar, pero sin autoestima no se puede avanzar

De todos modos, la movilización que empezó a partir del 2012, que activó la Operación Catalunya viendo a tanta gente en la calle, era masiva. Estas movilizaciones ya no ven.
No se ven ahora, pero pueden volver a verse. Para que vuelvan a verse, se tiene que visualizar que hay un objetivo claro, una itinerancia nueva para alcanzar la independencia. Para que estén, hay que ayudar a fomentarlas, no a boicotearlas, porque también nos hemos encontrado con el hecho inédito que uno de los grandes activos del independentismo, que es la movilización en la calle —que se traducía en las urnas y de las urnas a las instituciones— se ha intentado boicotearla. Nosotros somos defensores de cualquier movilización. Contará con nuestro apoyo, aunque en estas movilizaciones se digan cosas que no nos gusten a nosotros, porque no pretendemos que nos aplaudan, sino que sea una fuerza tractora para que todo el mundo espabile.

Jordi Turull, en la sala de prensa de la sede de Junts per Catalunya / Foto: Pau de la Calle.

Si el president Puigdemont puede volver, ¿qué consecuencias políticas tiene que tener?
Nosotros confiamos en que se salga con la confrontación jurídica que él tiene con el Estado. Eso, en la línea de lo que decía de la autoestima y de los activos, será un gran revulsivo para el movimiento independentista.

¿Eso puede condicionar o marcar el futuro del partido y del liderazgo de este?
El partido político es una herramienta, no una finalidad. Es una herramienta al servicio de unos objetivos: uno de ellos, la independencia de Catalunya. Para Junts, el president Puigdemont es el liderazgo de referencia. Haremos aquello que vaya más bien y mejor al servicio del objetivo por el cual nos hemos afiliado aquí. No haremos los cálculos al revés, qué haremos por la independencia de Catalunya para que le vaya bien al partido. Estoy seguro de que si vuelve el president Puigdemont será un gran revulsivo para reavivar aquel runrún que hay y nosotros pondremos todo el capital que puede suponer nuestra fuerza política al servicio del objetivo.