Hacía quince años, cinco meses y cuatro días que José María Aznar no protagonizaba un acto de campaña del PP en Catalunya. La última vez estuvo en l'Hospitalet de Llobregat, acompañando a Mariano Rajoy y Josep Piqué, era el 9-N (curiosa coincidencia) de 2003. Este viernes, el expresidente español ha decidido volver a tierras catalanas de la mano de quien fuera su discípula, Cayetana Álvarez de Toledo, ahora cabeza de lista por Barcelona. Aznar ha llegado cargado de hachas. Han recibido Pedro Sánchez y el independentismo y, de paso, el inmovilismo de Mariano Rajoy.
Más de 500 personas se han dejado la voz al grito de "presidente" cuando ha aparecido por la puerta, flanqueado por Cayetana Álvarez de Toledo y Alejandro Fernández. Aznar ha pronunciado un discurso largo y encendido, lleno de ataques constantes a los partidos independentistas y al gobierno del PSOE. Y ha llamado al voto útil, porque "para salirse con la suya necesitan que desistamos", ha dicho, "nuestra división es su esperanza, nuestra unidad es su fracaso". El mentor de Cayetana ha advertido de la necesidad de "recuperar la confianza de una gran mayoría". "Nos quieren acallar, pero nos tienen que seguir escuchando cada vez con más fuerza, con más firmeza, más decididos".
A Pedro Sánchez lo ha definido como "el candidato secesionista, de los que no condenan a ETA ni sus crímenes." Todos ellos, ha dicho "no quieren el PP en el gobierno, su candidato se llama Sánchez y no les daremos una alegría el 28-A, haremos lo que haga falta para ganar las elecciones". El expresidente español se ha exclamado por la cumbre bilateral que el gobierno socialista mantuvo con el gobierno Torra "como si se reuniera con un estado extranjero" y ha acusado al PSOE de ser "los listillos que quieren disimular, que no hablan de Catalunya en su programa" y "de estar dispuesto a aceptar la autodeterminación y a indultar a los golpistas".
También ha tenido para su sucesor en el partido, Mariano Rajoy. Sin mencionarlo, ha hablado de los errores del pasado y ha pedido que no se tengan en cuenta a la hora de ir a votar, que els electors no vagin a les urnes "per castigar errors decepcions".
Catalunya, ETA, los Balcanes, el fascismo y ERC
Aznar no se ha cortado un pelo, sabe que eso es lo que quería su público, que se ha entregado con devoción cada vez que hablaba de "los golpistas, los sectarios, los malversadores, los viejos y nuevos supremacistas o los que están por la batasunització de Catalunya". Y como ya es tradición en sus discursos, especialmente en campaña, ha vuelto a sacar el fantasma de ETA. Lo ha hecho para comparar la situación actual del PP en Catalunya con los años de plomo. "Este partido sabe muy bien lo que es resistir, a veces terrible y dramáticamente, al acoso y nadie como este partido puede presentar una hoja de defensa de las libertades". Con su habitual tono desafiante ha advertido de que "nadie nos puede dar lecciones".
A cada ovación, el también presidente de FAES se crecía un poco más. Ha ido escalando el tono hasta el punto de acusar a las juventudes de ERC de haber importado el fascismo a Catalunya. "Hay que preguntarse quién inventó el fascismo en Catalunya. Fueron los escamots, esos señores d'Estat Català que iban con camisas verdes y no negras porque se parecían demasiado a las de Mussolini. Eran las juventudes de ERC". Y aún le quedaban cartuchos. "Esto es la España democrática, no los Balcanes de la limpieza étnica".
El lugar escogido para el retorno de Aznar ha sido del todo calculado. El acto se ha organizado en la sala Ágora del Hotel Grand Marina de Barcelona, el bastión de los populares catalanes y donde celebrarán la noche electoral. Veremos si ese día la sala vuelve a ser una fiesta.