"Soñamos que algún día España pueda ser más federal y escuchemos a los diferentes pueblos que viven en iberia". Con estas palabras José Mujica, expresidente de Uruguay y uno de los más carismáticos políticos latinoamericanos, ha sintetizado su posicionamiento sobre el pulso independentista catalán después de reunirse durante una hora y media con el president de la Generalitat, Pere Aragonès.
La reunión se ha producido a la Chacra de Mujica en Montevideo en el marco del viaje de nueve días de Aragonès por cuatro países latinoamericanos. Estaban también presentes en el encuentro la esposa de Mujica y exsenadora, Lucía Topolansky, así como la consellera de Exteriores, Meritxell Serret.
En una sala abigarrada de libros y recuerdos e iluminada por una lámpara en el techo, Mujica ha desplegado ante los políticos catalanes sus reflexiones sobre la política europea, española y también catalana -"tenemos una idea de la peripecia del pueblo catalán; de sus sueños, esperanzas y contrariedades", ha reconocido-. El veterano político y exguerrillero fue una de las voces que se hizo oír para solidarizarse con los presos políticos catalanes y se entrevistó por videoconferencia con Oriol Junqueras y Raül Romeva mientras estaban en la prisión de Lledoners, pero tampoco ha escondido nunca que no comparte la opción independentista y que su apuesta está por una España federal.
Mujica espera "un cambio para Europa"
Todo ello, ha quedado situación en una reflexión sobre la situación en Europa, "esta vieja Europa que fue tan inteligente y que hoy parece menos inteligente", "I tenemos esperanza que cambie", ha remachado.
El político uruguayo ha asegurado que el encuentro con Aragonès y Serret ha sido una "reunión fraterna", como si se conocieran desde hacía tiempo, mientras que tanto el presidente como la consellera se han mostrado impresionados por las reflexiones del veterano político y de la exsenadora Topolansky.
Un largo encuentro
La conversación con Mujica, según los responsables de presidencia, ha acabado posponiendo una de las citas previstas en la jornada, la reunión con la vicepresidenta uruguaya, Beatriz Argimon, que también es presidenta de la Asamblea General y del Senado. La vicepresidenta cambió la hora prevista a Aragonès, lo cual obligó a la delegación a escoger entre la visita a Mujica o esperar a la vicepresidenta, según fuentes del Govern.