El PSC ha dejado de lamerse las heridas, tras años de penurias, el viento ―los votos― sopla a favor. Miquel Iceta lo ha expresado con un "estamos contentos, la hemos hecho buena, sí", durante su discurso en la Escuela de Verano de los socialistas catalanes. El invitado estrella para clausurarla ha sido Josep Borrell, el nuevo jefe de la diplomacia europea y todavía ministro de Exteriores del gobierno del PSOE, que ha denunciado que el independentismo ha organizado una campaña para desprestigiarlo ante las instituciones europeas.
Sobre la mesa, un montón de cuestiones, las más importantes: las negociaciones con Unidas Podemos para la investidura de Pedro Sánchez, los pactos postelectorales en Catalunya y el caso de espionaje a las delegaciones catalanas. De las dos primeras han hablado ambos abiertamente durante sus intervenciones en el auditorio. Sobre la última ha respondido Borrell a preguntas de la prensa, concretamente sobre si le preocupa que la polémica haya aterrizado en Westminster.
Con un tono desafiante, Borrell ha pedido que "se hagan las preguntas adecuadas", que no se puede hablar de "Parlamento británico", sino "de algún parlamentario británico a título personal" y lo ha circunscrito a una "opinión personal". Al mismo tiempo ha pedido a los periodistas: "No me hagan reír", "¿qué clase de espionaje quiere que haya en un acto público?".
Ya en el atril, ante los suyos, el titular de Exteriores no se ha cortado a la hora de denunciar que es la víctima "de una campaña de desprestigio que está haciendo el independentismo catalán contra mi humilde persona". Borrell ha valorado "la ruptura del frente independentista" como "el hecho más importante de la vida política catalana de hoy". Y ha sido muy crítico asegurando: "No se puede tolerar en Catalunya que se diga que si no estás de acuerdo, vete; no se pueden permitir estas expresiones". En este sentido ha agradecido a los "verdaderos héroes" el trabajo que hacen, a la "gente que da la cara y a veces se la rompen", la que "defiende los planteamientos del PSC desde Catalunya, la Catalunya rural, despoblada, la más encarnizada a los planteamientos independentistas".
Iceta y el premio a los pactos
Antes de Borrell, que ha alabado el papel de la actual dirección socialista para hacer resurgir a un PSC por quien "nadie daba un duro y que parecía un barco que se iba a hundir" ha sido el turno de un Iceta exultante. Él mismo lo ha reconocido: "Estamos contentos".
El primer secretario del PSC, que según palabras de Jaume Collboni será el próximo president de la Generalitat, ha celebrado la recuperación del poder de su partido por todo el territorio y ha reivindicado que "el premio a los pactos es para nosotros". Por eso ha destacado la "flexibilidad y la capacidad de empatía" de su formación en las negociaciones para tejer alianzas postelectorales. Por delante, ha dibujado un reto: "construir una nueva etapa". Y ha alertado de que "el catalán sólo tiene un peligro, que lo secuestren los independentistas".
En la misma línea, Borrell ha llamado a esforzarse para que el PSC consiga hacer de "Catalunya un solo pueblo" y ha resaltado que históricamente los socialistas catalanes "han sido la argamasa que ha unido a la sociedad catalana".
Ambos han aprovechado para pedir a Pablo Iglesias responsabilidad para evitar que haya nuevas elecciones y que pueda tirar adelante un gobierno de progreso como el de Portugal.