Josep Borrell, exministro del PSOE, no se puede encontrar más cómodo a las conferencias de Sociedad Civil Catalana. Para el socialista, se ha convertido en su segunda casa, tanto que en el acto sobre la relación entre el Brexit y la independencia catalana, celebrado este jueves en el auditorio de la Fundació Tàpies, se ha tomado la libertad de clausurar el acto sin pedir permiso y dirigirse de pie a los asistentes durante su intervención. Una auténtica dosis de showman político.
Pero a Joaquim Coll, dirigente de la entidad, no le disgusta, le gusta mucho. Escucha al expresidente del Parlamento europeo con atención y sonrisa picaresca. Cuando Borrell señala que Oriol Junqueras, si llega a ser alguna vez presidente de una República catalana, se tendrá que marchar como Nigel Farage (UKIP), por haber mentido sobre el déficit fiscal, lo aplaude con furor. Menos contento se muestra cuando apunta que con un 60% de apoyos la independencia sería inevitable. Pero enseguida se olvida cuándo el socialista cae en una incoherencia: "Europa respeta la unidad territorial y no lo reconocerá nunca".
Los dos han creado un tándem inseparable. Es habitual encontrarlos de contertulios en los cónclaves contra "los cuentos nacionalistas" que organiza la entidad. Borrell, en palabras de Coll, se ha convertido en su "prohombre", en una batalla de las ideas que considera que han ganado.
Uno de los mitos que entienden que han instalado los medios "de actitud totalitaria" para "excitar el sentimiento de agravio" es la afirmación de que España es "ineficiente". "Lo dicen cuando Catalunya ha sido gobernada por una familia de cleptómanos, con el gobierno más intervencionista y una cantidad de gasto burocrático increíble", ha aseverado Borrell, entre carcajadas del público.
Los referéndums
"El Brexit será una vacuna. Los demás escarmentarán", ha augurado hoy Borrell, porque "no es tan fácil hacer marcha atrás". En cualquier caso los invitados se han encargado de dar "razones" para demonizar la democracia directa. "Tengamos los pies en el suelo e intentemos arreglar lo que tenemos ahora", ha concluido el socialista, sin resignación.
Porque, para Coll, referéndum va vinculado con populismo, a las reglas y mayorías que no son claras. Según él, hacia donde se tiene que aspirar es a una Unión Europea "de Estados indestructibles".
El profesor Josep Maria Castellà ha añadido su opinión, más tarde, a la idea. Ha expuesto que una consulta directa a la ciudadanía lleva a un problema fundamental: divide a la sociedad. Es en este sentido que extrae una conclusión: "El referéndum no es la superación de la democracia representativa, sino la simplificación", porque la primera implica "o todo o nada" y la segunda "pacto".