Ha cambiado la cartera, pero no las formas. Josep Borrell es desde hace pocos meses el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, o dicho de otra manera, la jefe de la diplomacia europea. Aunque con el nuevo cargo va implícito el saber mantener el tono y los equilibrios para no encender polémicas de la nada, el exministro ha tropezado con unas controvertidas declaraciones en las cuales cuestiona a los jóvenes que, como Greta Thumberg, se movilizan contra el cambio climático por toda Europa. Sus palabras han irritado, incluso, en sus propias filas.
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica del gobierno Sánchez, la socialista Teresa Ribera, ha expresado públicamente su malestar por los postulados de Borrell. No ha hecho falta que ningún periodista le hiciera la pregunta incómoda. Ha sido ella misma a quien ha decidido hacer un tuit enmendando a su compañero socialista. "Los jóvenes son crecientemente conscientes del elevadísimo coste que tiene no actuar contra el cambio climático; agradezco profundamente que se manifiesten; y a todos nos toca hacer más, mejor y más rápido para afrontar la emergencia climática". Seguidamente enlaza la noticia de El País que se hace eco de las declaraciones de Borrell.
Durante una conversación pública con su predecesor, José Manuel García Margallo, Borrell se refirió irónicamente al "síndrome Greta" para advertir de los costes que puede tener la lucha contra el cambio climático. Y puso en la diana los Fridays for Future. "Está bien salir a manifestarse hasta que te piden contribuir a pagarlo. Me gustaría saber si los jóvenes que salen a manifestarse e n Berlín son conscientes de lo que valen estas medidas y si están dispuestos a rebajar su nivel de vidapara subsidiar a los mineros polacos". Borrell en estado puro.