El exvicepresidente de la Mesa del Parlament Josep Costa acusa al agente de los Mossos que lo pegó con una porra en las manos, durante la manifestación contra la cumbre hispanofrancesa en Barcelona, el pasado 19 de enero, de haber hecho una denuncia falsa contra él, y por eso ha pedido al titular del juzgado de instrucción 29 de Barcelona que investiga las lesiones que amplíe la instrucción a los delitos de acusación y denuncia falsa, falsedad documental y prevaricación.
En la denuncia inicial, Costa relató que tenía las manos cogidas en una valla y sin ninguna advertencia previa, el agente (con el número D0E114) lo pegó y le hizo daño en las manos. De esta acción lo acusa de tres delitos: contra la integridad moral, lesiones y contra el ejercicio de los derechos cívicos. En el escrito, presentado al juzgado y al cual ha tenido acceso ElNacional.cat este jueves, Costa relata los nuevos indicios delictivos contra el agente de la policía catalana.
Causa paralela
En concreto, Costa expone que se envió un atestado de incidentes en aquella concentración, que recayó en el juzgado de instrucción 21 de Barcelona (las diligencias previas 144/2023), de las cuales sostiene que se archivaron porque "no constaba ningún posible autor de los hechos". Posteriormente, sin embargo, el 6 de marzo del 2023, el juez reabrió el procedimiento porque se presentaron "diligencias policiales ampliatorias instruidas por el agente de los Mossos de Esquadra que tiene condición de investigado" en la causa de Costa, en el juzgado de instrucción 29 de Barcelona.
En el escrito, Costa destaca que el agente, cuando declaró como investigado,"no se refirió en ningún momento a la existencia del atestado confeccionado por él mismo sobre los hechos investigados, ni mucho menos al hecho que el atestado en cuestión tiene fecha posterior al anuncio público de la denuncia que dio lugar a la incoación de estas diligencias previas".
Por todo eso, Costa denuncia que "indiciariamente" el agente, al saberse identificado como autor de las lesiones al exdiputado, habría intentado imputarle hechos delictivos, que en el momento de producirse no se investigaron ni provocó ninguna sanción. Además de su persecución, Costa también recuerda que el Departament de Interior abrió un expediente sancionador a un testigo que vio la actuación del agente, Josep Rafel Colominas, que finalmente fue archivado.
Ante este irregular comportamiento, Costa pide que se amplíe los tipos delictivos al agente, especialmente por falsedad documental y una actuación prevaricadora. En el escrito al juzgado, expone: "El delito se comete por parte del funcionario policial que se vale de su condición de integrante de una unidad policial para asumir la posición de instructor de unas diligencias y dirigirlas arbitrariamente contra personas contra las cuales previamente ha decidido ejercer un castigo injustificado. En la actuación del agente y las personas que hayan podido auxiliarlo o cooperar con él hay una lesión específica y autónoma del bien jurídico protegido por el tipo penal, dado que intenta aprovecharse personalmente de la presunción de veracidad que tienen legalmente los atestados policiales para un interés personal".
En este sentido, Costa ha hecho un tuit en que pregunta al conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, què hace el departament ante "cuando un agente de los Mossos fabrica un atestado para acusar falsamente a una persona a quien él ha agredido, primero no lo hace sol. Tiene cómplices y cooperadores".