El exvicepresidente primero del Parlament Josep Costa ha recurrido que el juez que fue apartado de su caso por sospecha de falta de imparcialidad decida a sus magistrados suplentes. La sala de recusaciones del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya acordó el pasado 30 de junio recusar al presidente del alto tribunal catalán, Jesús María Barrientos, del juicio al expresidente del Parlament Roger Torrent y en los miembros independentistas de su Mesa -entre ellos, Costa-, al ver "comprometida" la suya "aparenta de imparcialidad" para abandonar en el 2018 un acto en el cual Torrent habló de "presos políticos". La semana pasada, el TSJC volvió a dar la razón en Costa y apartó al magistrado Carlos Ramos del juicio por desobediencia a Torrent, Costa y otros exmiembros de la Mesa.
Costa ha atribuido la designación de los nuevos magistrados suplentes a Barrientos, hecho que considera "absolutamente inaudito e irregular", por lo cual ha decidido interponer un recurso contra la propuesta de sustitutos. Desde Twitter, Costa ha explicado su decisión de presentar un recurso de alzada delante del Consejo General del Poder Judicial, que dispone de un plazo máximo de tres meses para dictar y notificar su resolución. "Es absolutamente inaudito e irregular que un magistrado recusado y apartado de una causa escoja a quien lo tiene que sustituir. Por eso he interpuesto un recurso ante el Consejo del Poder Judicial contra la decisión de Barrientos de proponer magistrados suplentes para juzgarnos los días 5, 6 y 7 de octubre", ha expuesto.
Costa se está preparando muy minuciosamente el embate judicial que la espera. Después de conseguir expulsar al segundo juez del TSJC, Carlos Ramos, por el juicio que se tiene que celebrar contra los miembros de la Mesa del Parlamento que presidió el ahora conseller de Empresa, Roger Torrent, la estrategia para ganar tiene un recorrido marcado: "Con mi equipo siempre hemos dicho que no reconocemos la autoridad de este tribunal para juzgar los acuerdos del Parlamento. No para juzgarme a mí como persona física, que no soy nadie y ahora mismo no tengo ningún cargo ejecutivo, pero es que lo que se está juzgando son los acuerdos del Parlament. Se está dilucidando el carácter delictivo de unos acuerdos parlamentarios, y siempre he dicho que el TSJC no tiene jurisdicción ni autoridad en eso. Esta será la línea de defensa que llevaremos hasta el final, aparte que se están cargando la separación de poderes: hay una injerencia del judicial en el legislativo, se están cargando la democracia representativa". El exvicepresidente primero del Parlament considera que, a pesar de todo, no considera que el juicio pueda ser justo: "Todo este procedimiento está viciado, empezando por el hecho de que la parte denunciante es el mismo Tribunal Constitucional.