El conseller Josep Rull considera que no existen las condiciones para el diálogo con el Estado y ha argumentado que uno "no se puede sentar en una mesa con alguien que tiene el objetivo que el otro desaparezca". En declaraciones a Catalunya Ràdio y después de que se haya revocado el tercer grado de cinco de los políticos presos, Rull ha asegurado que siempre que haya una mesa de negociación se aprovechará, pero que tiene que haber unas condiciones.
El conseller también se ha dirigido a la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, para preguntarle si considera apropiado que un fiscal diga que unos ciudadanos tienen que cambiar su manera de pensar. Y es que, según Rull, el Tribunal Supremo ha cambiado todo el derecho penitenciario.
El tercer grado
Rull, todavía en régimen de tercer grado, ha explicado que vive estas horas con una "espada de Damocles" porque tanto él como Jordi Turull, Dolors Bassa y Carme Forcadell saben que en un momento u otro saldrá el escrito de la fiscalía y justo después la jueza será "rápida e implacable" en tumbar el tercer grado.
En este contexto, el conseller ha afirmado que el diálogo es "muy complicado" porque se empeoran las cosas "permanentemente".
Rull ha cuestionado que la Fiscalía diga que tiene que haber tratamientos dirigidos para que unos ciudadanos cambien sus ideas, que son "democráticas y siempre ejercidas pacíficamente". "¿Eso es serio y lógico? Eso tendría que ofender a cualquier demócrata", ha considerado, para después lamentar que el Gobierno de Pedro Sánchez no esté haciendo nada ante esta situación.
Después de sufrir el "derecho penal del enemigo" con la sentencia, Rull denuncia que ahora se está creando el "derecho penitenciario del enemigo" y ha alertado de que eso afectará a todos los presos, no sólo a los políticos independentistas.
"Con nosotros el derecho es incertidumbre"
Por su parte, la consellera Dolors Bassa ha asegurado que este miércoles "es un día triste", porque mientras cuatro de los presos políticos continúan en tercer grado, el resto han tenido que volver a la prisión. "El tercer grado es efímero; aprovecharemos al máximo los minutos y segundos que estemos en libertad", ha valorado a la salida del centro penitenciario Puig de les Basses.
La consellera dice que es "impensable" que se les pueda revocar el tercer grado tan sólo con el recurso de la Fiscalía. "Pensábamos que podríamos rehacer puentes y otra vez queda truncado" ha lamentado, reiterando que es "una vergüenza" que el Supremo haya cambiado la jurisprudencia. "Con nosotros el derecho es incertidumbre y hacen lo que quieren", ha añadido Dolors Bassa.
"Hoy, cuatro de nosotros abrimos la puerta para salir de la prisión mientras los otros se quedan dentro. Es un día triste", ha afirmado Bassa.
"El tercer grado es efímero"
Dolors Bassa, que ha salido de la prisión del Puig de les Basses a las ocho y media de la mañana, se espera que la suspensión del tercer grado llegue tarde o temprano: "El tercer grado es efímero, y lo que haremos es aprovechar al máximo los minutos y segundos que estemos en libertad".
La consellera subraya que se les hace "impensable" volver a estar en la prisión. "Pensábamos que podíamos rehacer puentes y otra vez queda truncado de esta manera", ha afirmado Bassa, que critica que sea a raíz de la actuación de la Fiscalía que se les suspenda de manera inmediata el tercer grado.
Dolors Bassa ha afirmado que es una "vergüenza" que el Tribunal Supremo "cambie la jurisprudencia": "El derecho, con nosotros, no es como con cualquiera otra persona". "Ahora teníamos el tercer grado, y eso quiere decir volver a empezar y pedir el 100.2, con la diferencia que ahora irá al Supremo," ha lamentado.