El presidente del Parlament de Catalunya, Josep Rull, ha recibido este miércoles al president Jordi Pujol en la cámara catalana. La reunión ha tenido lugar en el despacho de audiencias y se enmarca en los encuentros institucionales que Rull ha mantenido con los expresidents del Govern de la Generalitat en las últimas semanas. El encuentro con Pujol ha sido el último, después de haberse encontrado con José Montilla, Artur Mas y Quim Torra. También visitó a Carles Puigdemont en el exilio y a Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat. "Ha sido un encuentro de entendimiento institucional para compartir reflexiones sobre el país hoy con quien elaboró y gobernó la Generalitat de Catalunya con mentalidad de estado", ha afirmado Rull en un mensaje en X, con el cual hace evidente que el encuentro con Pujol supone un paso más en la normalización de la figura del expresident y el reconocimiento de su legado político, justo unos días después del décimo aniversario de la confesión de la herencia, que marcó un antes y un después en la sociedad catalana.

Después de confesar el verano del 2014 que tenía cuentas no declaradas en Andorra con dinero proveniente de la herencia de su padre Florenci, la sociedad le dio la espalda, y lo despojó de todos los honores. Renunció al sueldo y a la oficina institucional como expresident, y quedó desterrado de toda actividad pública. Su vuelta ha sido progresiva, y probablemente tuvo su máxima expresión dos días antes del inicio de la campaña de las pasadas elecciones catalanas, en una cena de militantes de Junts, cuando Pujol se situó detrás de un atril por primera vez en una década para pedir el voto para Carles Puigdemont.

Antes de llegar aquí, varios representantes de Junts empezaron a reabrirle la puerta de las instituciones y la vida política. Así, Victòria Alsina, como consellera de Exteriors, convocó a Pujol a un acto en febrero del 2022 con el resto de presidents para evocar la vocación europeísta de la Generalitat. También en junio de aquel año ocupó un sitio en la primera hilera de invitados en un acto con motivo del Año Trias Fargas, en el que Jaume Giró, como conseller de Economia, apeló a la obra de gobierno de CDC. Al día siguiente de aquel acto, Pujol concedió una entrevista al programa de Josep Cuní en la Cadena Ser en que reconocía: "No todo ha ido bien. Por la gran mayoría de mi familia sí que pondría la mano en el fuego".

Un renovado reconocimiento al president se hizo evidente en febrero del 2023 en la presentación de la reedición de su libro Des dels turons a l'altra banda del riu, un acto que contó con una amplia presencia política, incluyendo exconsellers de Junts del gobierno de Aragonès o el president Mas, que precisamente unos días más tarde dijo públicamente que Jordi Pujol se equivocó con la confesión de la herencia, y deseó que su figura volviera a la "plena normalidad". En los últimos meses, ha sido convocado también en los actos con el resto de expresidents, entre los cuales destaca el de agosto del año pasado en homenaje a Pau Casals.