El rey Juan Carlos I introdujo durante años sumas de miles de euros en efectivo en España por el aeropuerto de Barajas. Según una información de El Confidencial, el emérito utilizó uno de los testaferros que sabía que escondía los 64,8 millones de euros de Arabia Saudí en una cuenta de Suiza, el abogado Dante Canonica, para que le llevase fondos de ese depósito hasta el Palacio de la Zarzuela, según revelan documentos de la investigación del periódico.
Fajos de dinero sin ninguna alarma
El sistema habría permitido a la familia real disfrutar fácilmente en España de la fortuna no declarada que el monarca poseía en el extranjero. El dinero entró en fajos de billetes por los controles del aeropuerto de Madrid sin que saltara ninguna alarma, ya que no consta que ni una sola de las remesas transportadas por Canonica fuera declarada a la Agencia Tributaria, pese a que la normativa fiscal prohíbe introducir más de 10.000 euros en efectivo desde Suiza o cualquier otro país no miembro de la Unión Europea. El testaferro del Rey emérito siempre superó holgadamente esa cifra en sus viajes -oscilaron en torno a los 200.000 euros y algunos llegaron incluso a los 300.000-, como demuestran los registros de la cuenta 505523, controlada a través de una sociedad instrumental panameña, Lucum Foundation.
Una mecánica sencilla
La mecánica era sencilla. Canonica se acercaba a las oficinas de Mirabaud en Ginebra para retirar los fondos que Juan Carlos I necesitaba en ese momento y después se trasladaba a Madrid para entregarle los billetes en mano. La mayoría de veces, realizaba el viaje de ida y vuelta en el mismo día. Las entregas quedaban anotadas en un sistema de contabilidad interno muy rudimentario.
Canonica le daba el dinero al rey y este firmaba un recibo sin membrete, solo con la fecha y el importe del reintegro, para dejar constancia de la transacción. En otros ocasiones, se encargó presuntamente de traer el dinero el socio de Canonica, el también suizo Arturo Fasana, un gestor financiero que jugó igualmente un papel clave en la creación de la estructura offshore del monarca.
Por lo general, Canonica se trasladaba a Madrid cada dos meses, pero hubo fases en que fue reclamado por la Zarzuela todas las semanas.
Entradas durante cuatro años
Las operaciones fueron efectuadas entre 2008 y 2012, el periodo en el que estuvo en funcionamiento el depósito. El 8 de febrero de 2012, el testaferro del monarca se subió en el aeropuerto de Ginebra a un avión de Iberia que despegó a las 8.15 h y tomó tierra en la capital de España a las 10.25 h. Tras reunirse con el rey en su residencia oficial, Canonica emprendió el camino de vuelta. A las 16:00 tomó otro vuelo de Iberia y llegó a su ciudad de origen dos horas después. Y así los tres años siguientes.
El histórico de operaciones de la cuenta 505523 del banco Mirabaud acredita esa entrada continua de dinero negro en España.