Juan Carlos I continúa altivo y marcando perfil, lejos de avergonzarse de los escándalos y corruptelas en los que está implicado. Nuevamente, envía mensajes en primera persona de la mano de portavoces en forma de periodistas que se han convertido en su altavoz mediático en los medios españoles. Meses atrás fue Carlos Herrera desde la Cadena Cope y ahora ha sido Raúl del Pozo desde el micrófono de Onda Cero.
Este, asegura que el emérito le ha trasladado el siguiente mensaje: "Estoy muy bien, y esperando que a Doña Dolores se le ocurra cerrar el caso". Así pues, Juan Carlos ha dicho explícitamente en su entorno de amigos más próximos que lo felicitaron por su aniversario del pasado 5 de enero que, de momento, no viene a España porque está esperando que la Fiscalía del Tribunal Supremo, que amplió seis meses más la investigación, archive el caso.
El whatsapp del emérito
Del Pozo detalla la conversación que tuvo con el borbón por whatsapp. Después de felicitarlo por sus 84 años, el emérito escribió: "Mil gracias, Raúl. Estoy muy bien. Abrazos". De esta manera, se confirma que el rey Juan Carlos I está esperando una decisión de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, anterior ministra de Justicia del Gobierno de Pedro Sánchez y posteriormente sustituida por Juan Carlos Campo.
La Fiscalía del Tribunal Supremo determinó que Juan Carlos I reunió su fortuna mediante el cobro de "comisiones y otras prestaciones de carácter similar en virtud de su intermediación en negocios empresariales internacionales". La investigación, liderada por Juan Ignacio Campos junto con el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, y un equipo de fiscales del Supremo, llevó a cabo una comisión rogatoria a las autoridades suizas para investigar los indicios sobre la procedencia ilícita de fondos. Con esta investigación, la Fiscalía advertía de la posible comisión de al menos cuatro delitos: "Blanqueo de capitales, contra la Hacienda pública, soborno y tráfico de influencias".
Silencio desde la Moncloa
Durante estos meses, desde la Moncloa han evitado pronunciarse sobre la posible vuelta del rey. De la misma manera, el Ejecutivo ha rechazado responder las preguntas sobre la posibilidad de que, si se produce la vuelta, Juan Carlos I mantenga las condiciones de que disponía anteriormente. De momento, se desconoce si el monarca volvería a alojarse en La Zarzuela y si mantendría la asignación económica que recibía antes de marcharse en el 2020. Concretamente, se trataba de 161.000 euros procedentes de una asignación presupuestaria que Felipe VI le abonaba.
Precisamente este tampoco ha perdido la comunicación con su padre. El emérito quiere utilizar la carta de los negocios para fortalecer su imagen. De esta manera, habría pedido a su hijo Felipe VI que viajara hasta los Emiratos Árabes Unidos para visitar la Expo de Dubái y, de rebote, intercambiar impresiones. Parece que la casa real de este emirato "cuida" con todo tipo de atenciones al borbón ya que priorizan la sangre azul y los vínculos históricos que siempre han relacionado la figura del emérito con las grandes fortunas árabes que han visto, en él, una vía para blanquear sus negocios y abrirse a Europa. El emérito se vende como el gran enlace entre millonarios árabes y empresas españolas y quiere jugar esta carta para que, incluso, desde la Moncloa aplaudan su retorno.