Corinna ha publicado un nuevo pódcast este lunes, el número siete de la serie en la que se dedica a explicar todos los detalles sobre su relación con Juan Carlos I, tanto los mejores momentos de su "estrecha amistad", como también los peores, protagonizados por las amenazas del emérito a la princesa alemana, que ha asegurado llegar a sufrir por su vida. Ahora, en el capítulo de este lunes, denominado "Una alma oscura. Juan Carlos, la conspiración y los audios de Villarejo", la empresaria entra en detalles de su relación con el excomisario y como fue víctima de un robo en uno de sus lujosos pisos. Este es el penúltimo episodio de la serie Corinna y el Rey, que se puede escuchar en formato pódcast a través de las plataformas y que permite a Corinna explicar los detalles de su relación, aunque la mayoría ya se habían difundido antes. Este es el primer episodio que se publica después de que la justicia británica diera la razón a Juan Carlos sobre su inmunidad, el último frente abierto judicial que le quedaba al emérito, ahora ya se ha cerrado.
Corinna, ¿malversadora?
Una de las principales revelaciones de la princesa es que los servicios secretos españoles, es decir, el CNI, intentaron crear un plan para implicarla en un delito de malversación. Una idea que a Juan Carlos I le pareció perfecta. Así, cuenta que el CNI entró en su apartamento en Mónaco, donde guardaba información importante, y se la llevaron para poder acusarla de ser una ladrona, según ella misma explica en este capítulo. ¿Cómo lo sabe? Pues porque cuando se reunió con el comisario Villarejo, este le mostró los documentos, que si bien se habrían podido falsificar, reconoce que le parecieron "muy reales". "He visto muchos documentos gubernamentales y eso no era una falsificación barata. Parte del contenido solo lo habrían podido extraer de los archivos robados de mi oficina en Mónaco", explica la examante de Juan Carlos I.
Mientras Juan Carlos I intenta volver a España por Navidad, aunque sabe que necesita el visto bueno de su hijo Felipe y que, además, no podrá pisar el Palacio de la Zarzuela, Corinna lo acusa ahora de intentar gravarla con un micrófono oculto. Con este, intentaba implicarla en algún tipo de delito fiscal, pero la alemana se ríe de él, ya que no tenía ningún tipo de estilo para hacer de detective: en lugar de disimular, el emérito se inclinaba hacia adelante de manera obvia y era muy insistente con ella, tal como explica en su pódcast. Aunque todavía queda uno para completar la serie, en que se estrenará la próxima semana, queda claro que Corinna no se va a callar nada.
Juan Carlos quería que todo el mundo odiara en Corinna
Además, no solo habla de los negocios sucios de Juan Carlos I, sino también de su vida íntima y personal, que, recordamos, transcurre durante el matrimonio de los eméritos. En este sentido, en el último episodio, la empresaria asegura que, aunque después de su relación durante meses siguieron manteniendo una buena amistad (durante la polémica cacería de Botsuana que fue el principio del fin de su reinado, ya no eran pareja, pero si amigos), su relación personal se acabó descerrajando también. Por eso, el emérito, despechado, abrió un grupo de WhatsApp con el resto de exmaridos de Corinna y sus hijos, donde la desprestigiaba. Bajo el polémico nombre de The Pride, en inglés quiere decir "orgullo" pero también "mandada" de animales. Además, para acabar de destruirla, el emérito se reunió con la hija de Corinna la bisabuela de sus hijos en un barco, con la intención de que se rompieran las relaciones familiares: Corinna reconoce haber llorado durante semanas y plantearse si quería seguir adelante.