La justicia británica dio este viernes la razón a Juan Carlos I y ha decidido archivar la denuncia por acoso interpuesta por Corinna Larssen, donde le reclama 146 millones de euros en concepto de daños y perjuicios. La jueza del caso, Rowena Collins Rice, ha aceptado los argumentos de la defensa de Juan Carlos, que alegaba que los tribunales británicos no tenían competencia para juzgar el caso. Ante la decisión del Reino Unido, el rey emérito se ha mostrado muy satisfecho y considera que "se ha hecho justicia". El bufete de abogados de Juan Carlos I ha informado a través de un comunicado de que el exmonarca ha celebrado que los tribunales ingleses "hayan rechazado totalmente y concluyentemente la demanda interpuesta" en contra suya, "concluyendo que la demanda no tiene perspectivas reales de éxito y, por lo tanto, no puede ni procederá a juicio". El texto apunta que Juan Carlos I "siempre ha considerado que la demanda interpuesta por la demandante falta de sustancia y mérito".
La victoria judicial de Juan Carlos I ante su examante abre la puerta a su retorno a España, según apuntan en el mismo comunicado, "la decisión de hoy, favorable a Su Majestad, restablece las condiciones necesarias para futuras apariciones públicas". De esta manera, el emérito podría volver a la vida pública 4 años después. El año 2020 huyó en Abu Dhabi para poner distancia en medio de las investigaciones judiciales que lo perseguían. Desde entonces ha vuelto en 4 ocasiones en España. La última hace solo 1 semana, cuando ya expresó ante los medios su intención de volver a vivir en España.
La indignación de Corinna Larssen
Mientras que Juan Carlos I y su defensa celebran la decisión del Reino Unido, Corinna se ha mostrado "profundamente decepcionada". Corinna, también a través de un comunicado, considera que "es descorazonador ver que las víctimas de acoso a menudo luchan por encontrar justicia". Según ella, "el acoso tiene un impacto profundo y duradero en las personas y es crucial que nuestros procesos legales proporcionen recursos adecuados a los que lo hayan sufrido". A pesar de la decisión de la Cort británica, Corinna insiste en el hecho de que "la intimidación hacia mí y hacia mis hijos continúa y tiene como objetivo destruirme por completo. Juan Carles ha descargado todo su arsenal para desgastarme y el alcance de su poder es inmenso".
Guerra judicial entre Corinna y Juan Carlos I
La denuncia por acoso de Corinna era el único frente judicial abierto que le quedaba al emérito. La que fue amante del exmonarca le reclamaba un total de 146 millones en concepto de daños y perjuicios por unas presuntas amenazas para que no sacara a la luz documentación que lo pudiera incriminar. Según relató Corinna, Juan Carlos empezó "un patrón de conducta equivalente al acoso" a partir del 2012— después de su ruptura— y hasta la fecha de presentación de la denuncia, en diciembre de 2020. La empresaria reclamaba al rey emérito una indemnización por los costes de su tratamiento médico de salud mental, por la "instalación de medidas de seguridad personal y servicios diarios de protección" así como por la contratación a "exdiplomáticos y exfuncionarios del Gobierno" para que intervinieran con el objetivo de "poner fin al acoso" que denuncia.
Parece que el recorrido judicial de Corinna contra Juan Carlos podría haber llegado a su fin. El pasado mes de diciembre, la justicia británica le reconoció la inmunidad mientras era rey de España. De esta manera, el tribunal británico consideró que el acoso que denuncia Corinna por parte del rey emérito entre 2012 y 2014 eran "actos de Estados sujetos a la inmunidad".