Juan Carlos I ordenó a sus testaferros transferir 145.458 euros desde una cuenta de la Fondation Zagtaka en Ginebra a la sociedad Fathomless Adivsory Services Limited de Philip Adkins. ¿Sin embargo, quién es Adkins? Se trata del exmarido de Corinna, la amante del emérito. Con esta transferencia el ex jefe de estado saldó la deuda que tenía con el empresario norteamericano, ya que este anteriormente había cubierto los gastos que suponía el elevado tren de vida que llevaba el Rey, con vuelos en jets privados y hoteles de lujo.
Según informa el medio OKDIARIO, en los papeles secretos del sumario de Ginebra donde figuran las transferencias bancarias de Zagatka a Credit Suisse y Lombard Office, se puede comprobar que Adkins, primer marido de Corinna fue uno de los beneficiarios. En el documento bancario, aparecen cinco pagos a favor de la sociedad opaca de Adkins, constituida en Hong Kong en el 2014, unos meses antes de la primera transferencia efectuada por Juan Carlos. Estos pagos, sin embargo, no se tratan de un "regalo", como ha justificado el emérito los millones que recibió de Arabia Saudí, sino como el retorno del dinero que Adkins ya había pagado por él.
Blanqueo de capitales
Aunque los secretarios del emérito podían pagar los contratos de estos jets privados o las facturas de los hoteles de lujo no querían tener tanta visibilidad. Por eso, los testaferros diseñaron un procedimiento para garantizar que los movimientos eran plenamente opacos: Adkins anticipaba con sus tarjetas bancarias los importes de las facturas de Juan Carlos y, después, la fundación Zagatka se lo reintegraba a una cuenta de su sociedad Fathomless en Hong Kong. Según una fuente de la investigación en Suiza, todo huele a blanqueo de capitales: "se pretende ocultar la procedencia del dinero y convertirlo en legal".
A pesar del asunto Corinna, Adkins y Juan Carlos mantienen una amistad muy estrecha, que empezó a través de la princesa alemana. En total, la fundación offshore de Juan Carlos hizo hasta cinco entregas de dinero en varias divisas a la del empresario norteamericano. La primera, el 22 de diciembre de 2014, medio año después de su abdicación en junio de aquel año. Entonces, la relación entre Corinna y el emérito ya se había acabado y el CNI ya la había investigado. La última transferencia se hizo un año después, en noviembre del 2015 y el total de dinero asciende a 145.458 euros.
También en Botsuana
En una de las grabaciones que el comisario Villarejo hizo a Corinna, concretamente en Londres el 2015, la princesa alemana se refiere a los pagos en Adkins: "Le pregunté a mi exmarido, en Los Ángeles, dónde se publicó una foto en Berverly Hills de Juan Carlos con él, comiendo en un restaurante. Le dije a Phillip: 'Estás loco, que haces...'. Y él me contestó 'Bueno, me preguntaron si podía pagarle el hotel"'. Según consta a la grabación, Corinna narra que Adkins pagó el hotel y la jefe de seguridad de Juan Carlos le aseguró que se lo devolverían. Diez días más tarde le enviaron el dinero. Entonces, Corinna y Adkins ya no estaban juntos, ya que la pareja que había tenido una hija en común se separó en 1994, pero seguían teniendo una buena relación.
De hecho, Adkins compartió con los dos uno de los escándalos más recordados del emérito: la famosa cacería de elefantes en Botsuana, en el 2012, que fue el comienzo del fin de Juan Carlos I y terminó con su abdicación. En aquel momento, se había acabado la relación entre Juan Carlos y Corinna, pero a la cacería la princesa alemana llevó también a su hijo Alexander, ya que el emérito "seguía siendo una persona importante en la vida de mi hijo", según sus palabras.