Últimos movimientos de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, en la investigación al rey emérito Juan Carlos. Concretamente, la prórroga decretada por Delgado de una de las diligencias prejudiciales sobre el antiguo rey ha sido considerada "precipitada e innecesaria", como la han calificado fuentes consultadas por el digital El Confidencial. Se trata de una decisión arriesgada, que fuentes próximas solo atribuyen a dos posibles motivos: alejar la polémica de la casa real antes del discurso navideño de Felipe VI u orquestar los primeros pasos de una posible "operación retorno" de Juan Carlos I.

Dos motivos de peso que podrían justificar las acciones de la fiscal general, porque la dilatación del proceso contra Borbón es "incomprensible y no se ajusta a la normativa interna del Ministerio Fiscal, que establece la excepcionalidad de las prórrogas en estos procedimientos según la conclusión 11 de la Circular del 2013".

A pesar de las dudas que generan las acciones de la fiscal general, el hecho es que retrasando el archivo de la causa lo que se consigue es retrasar el momento en que la exoneración de la Fiscalía obligaría en la casa real y en el Gobierno a ofrecerle volver cuando él quisiera, ya que quedaría libre de las sospechas que lo hicieron marcharse a Abu Dabi en agosto de 2020.

Volver con ciertas condiciones

Fuentes próximas a la casa real han informado El Confidencial de que el emérito, a pesar de la larga de lista de escándalos que acumula en la espalda, no quiere volver a España si no está con ciertas condiciones. Unas condiciones que todavía tensan más las relaciones entre los Borbones.

La primera condición de la lista de Juan Carlos sería alojarse en lo que considera "su casa", el palacio de la Zarzuela. Una opción que la casa real no pone ni sobre la mesa y que incomoda profundamente al Gobierno, ya que auguran que desencadenaría un debate público que les pasaría factura.

Los interlocutores entre el rey emérito y la casa real habrían comunicado otra condición del antiguo monarca: si es exonerado, tendría que recuperar su estatus de 2019. Es decir, volver a recibir una copiosa asignación económica por el hecho de ser el rey emérito. Esta petición tampoco entra en los planes de La Zarzuela.

A pesar de la decisión que tendría Juan Carlos de imponer sus condiciones para volver al Estado, la casa real no tiene planes establecidos para esta "operación retorno" y mucho menos bajo las condiciones del anterior rey.

La aparente negativa de la casa de los Borbones de ceder a las exigencias de su antiguo patriarca desterrado estaría tensando la relación entre Felipe VI y su padre. Las acciones de Juan Carlos no solo son un quebradero de cabeza para el actual rey, sino también para La Moncloa, que está apostando por tratar el tema como un hecho familiar a que se tiene que solucionar en el seno de la familia de los Borbones.

 

 

Imagen principal: El rey emérito, Juan Carlos I / Europa Press