Juan Carlos I quiere utilizar la carta de los negocios para fortalecer su imagen. De esta manera, habría pedido a su hijo Felipe VI que viajara hasta los Emiratos Árabes Unidos para visitar la Expo de Dubái y, de rebote, intercambiar impresiones. Parece que la casa real de este emirato "cuida" con todo tipo de atenciones al borbón ya que priorizan la sangre azul y los vínculos históricos que siempre han relacionado la figura del emérito con las grandes fortunas árabes que han visto, en él, una vía para blanquear sus negocios y abrirse a Europa.

La Expo podría ser la cita del reencuentro entre padre e hijo. Aunque ya se dio el pistoletazo de salida el pasado mes de octubre y acabará el mes de marzo, se celebrarán los días especiales de diferentes costumbres y tradiciones (como la Navidad, Diwali o el Nuevo Año Lunar), así como semanas temáticas con charlas, exposiciones, foros y talleres sobre determinados temas. Para celebrar las fiestas nacionales de cada país, todos los participantes tienen un día que coincide con su día nacional. En el caso de los países que no los celebran durante los meses que dura el acontecimiento, se ha escogido otra fecha. Y la escogida por España es el 2 de febrero.

Los árabes no priorizan a Sánchez

El emérito se vende como el gran enlace entre millonarios árabes y empresas españolas y quiere jugar esta carta para que, incluso, desde la Moncloa aplaudan su retorno. Según informa El Mundo, "el presidente español Pedro Sánchez llamó al príncipe heredero, Mohamed bin Zayed Al-Nahyan, MBZ, el martes sin que la Moncloa informara del contenido, pero la agencia oficial emiratí asegura que hablaron de la Expo Dubái, entre otros asuntos. La solución de que sea Sánchez quien acuda no es idónea. Por una parte, no tiene fama precisamente de crear seguridad jurídica entre los inversores extranjeros después de sus iniciativas en electricidad y vivienda en el 2021 y, además, en esta región del mundo lo que más funciona es la sangre real. Lo saben los reyes de los Países Bajos o Suecia, que asistieron el día de su país en Dubái".

Y si nos fijamos en los precedentes del gobierno Sánchez en Dubái, constatan el fracaso del encuentro. Tal como ya avanzó El Nacional el pasado 4 de noviembre, Miquel Iceta, actual ministro de Cultura y Deporte, se reunió con el gobierno de este país árabe y lo confundieron con uno ya exministro: José Manuel Rodríguez Uribes. Una situación, dentro de la anécdota, lógica de entender si tenemos en cuenta que el catalán es el cuarto ministro que ocupa esta cartera en los últimos tres años. La confusión vino motivada por el emir del Sharjah, el sultán bin Mohamed en el Qasimi que, posteriormente al encuentro y aclarar el nombre de Iceta hizo correr una fotografía del encuentro. La visita vino motivada por la Feria del Libro de este emirato y España era una de las invitadas de honor.

Juan Carlos I quiere intercambiar sus contactos para un retorno en la Zarzuela por la puerta grande. A pesar de ser investigado por la justicia, precisamente, por las corruptelas que rodean sus relaciones en el pasado, ahora es esta carta la que quiere poner en valor. Sin ir más lejos, su última imagen viendo un partido de tenis entre Rafa Nadal y Andy Murray, viene motivada porque es íntimo amigo del organizador de este torneo: Khaldoon Al Mubarak, Managing Director and Group CEO at Mubadala Investment Company.

Mubarak es el director del torneo pero también presidente del Manchester City de Pep Guardiola. Mubarak es un empresario y de los Emiratos Árabes Unidos, fue educado en los Estados Unidos, y es miembro del gobierno emiratí siendo el jefe del Departamento de Asuntos Ejecutivos. Así pues, es un hombre de negocios, multimillonario y con contactos.

Mubarak, Juan Carlos I y Ferran Soriano en Manchester / Fuente: GETTY IMAGES

Ahora, la jugada que prepara el borbón sería la siguiente: como primera opción un encuentro con su hijo Felipe VI en los Emiratos. Y como segunda su retorno primero a España para que, posteriormente el 2 de febrero, Felipe VI tuviera vía libre para viajar hasta Dubái, vender el poder que sigue teniendo la monarquía española para hacer negocios y, obtener el silencio de Pedro Sánchez si garantiza tratos suculentos en materia, por ejemplo, militar.

 

Fotografía de portada: imagen de recurso de Juan Carlos I y Felipe VI en una regata el año 2007