La parodia de TV3 sobre la Vigen de Rocío está siendo munición para la precampaña electoral andaluza. Lejos de apaciguarse, el ruido va in crescendo y algunos actores políticos, como el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, se empeñan en sacarle provecho. En un desayuno informativo celebrado en Sevilla este miércoles, Moreno Bonilla ha cargado contra la Generalitat de Catalunya, a quien acusa de "faltar el respeto hacia otras tierras de España". "Me duele ver cómo una tierra que ha sido tan cosmopolita, abierta y acogedora, hoy está dirigida desde la intolerancia", ha lanzado el líder popular andaluz.
En la intervención, Moreno Bonilla ha vuelto a criticar el tono del gag que se emitió en el programa 'Està passant' de TV3. Defiende que "no es solo una mofa sobre la Virgen del Rocío", sino también "es una mofa sobre nuestras creencias y sentimientos". En este sentido, opina que su deber "es defenderse cuando alguien se ríe de nosotros, de nuestras costumbres, de nuestro acento y de nuestra manera de sentir las cosas".
En defensa de la enfermera tiktoker
Aprovechando el alboroto, el presidente andaluz ha puesto como ejemplo a la enfermera del Hospital de la Vall d'Hebrón que, a través de un vídeo en Tik Tok, criticó los requisitos lingüísticos de saber el catalán para opositar en el sector sanitario. Ve una "persecución hostil y agresiva contra una enfermera andaluza" por el hecho de "expresarse libremente y criticar la obligatoriedad de hablar catalán sin ofender a nadie". Por todo ello ha apuntado también contra el Gobierno español, a quien "ha echado en falta que jugara un papel mucho más determinante a la hora de defender las singularidades y diferencias a que tenemos entre los diferentes territorios y comunidades de España". Desde finales de marzo que la enfermera tiktoker, que aseguró que tenía miedo del salir a la calle después de la denuncia pública, ya no trabaja en la Vall d'Hebrón.
Teresa Rodríguez se arrepiente
La primera en quejarse en público fue la portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, que este miércoles ha reconocido en RAC1 que "no supo calcular" la repercusión que tendría el primer tuit. "No esperaba que mi tuit empezara una oleada de catalanofobia", ha explicado en una entrevista, dónde ha lamentado que su aportación haya provocado "un enfrentamiento entre andaluces y catalanes". "No me esperaba recibir esta avalancha de mensajes por un contexto de catalanofobia que yo no había calculado ni previsto".
Quien ha salido en defensa del gag es el presentador del 'Està Passant', Toni Soler, que ha aprovechado el programa de este martes -el primero después de Semana Santa- para hacer un arranque cargado de espíritu editorial. Soler ha atribuido la polémica generada al "electoralismo". El presentador ha apuntado que justo cuando los políticos "están en precampaña, los coge para mirar TV3". ¿"Es casualidad? Yo creo que no", ha asegurado Soler, que también ha exigido disculpas a todos aquellos que "han aprovechado eso para recoger cuatro votos".