Juanma Moreno ha vendido su perfil por delante del partido. Si hacemos un símil que nos cae más cerca, encontramos que la estrategia ya la han replicado anteriormente otros compañeros del PP como Xavier Garcia Albiol en Badalona. Así pues, para llegar a la mayoría absoluta andaluza Moreno tenía claro sus objetivos: venderse como el candidato de todos y combatir la abstención con una campaña donde repetía cada día que nadie fuera a la playa sin antes haber votado, a pesar de las temperaturas infernales que vive el sur de España.
¿El candidato moderado?
Esta moderación vendida como el presidente que quiere abrazar a todos los andaluces, también ha estado más fácil gracias al camino que le ha dado indirectamente Vox. La ultraderecha, con Macarena Olona al frente, ha pinchado las expectativas que tenía y quedó demasiado caricaturizada en los dos debates televisivos celebrados donde sacó libros de primaria para hablar de la masturbación o siendo cuestionada por el hecho de no ser andaluza ni conocer los problemas reales de esta comunidad.
En paralelo, la proximidad de Juanma Moreno, también vendiéndose como un hipster de la derecha, ha acabado hundiendo a los socialistas. El presidente andaluz ha cuidado hasta el último momento todos los detalles. Desde cómo ir vestido, sin corbata y con americanas deportivas, hasta confesar que el grupo musical que más escucha estas semanas son los catalanes Sidonie. Pero detrás de este retrato perfectamente calculado hay un pasado.
Protagonista de la libreta de Bárcenas
Lo que le pesa como una losa a pesar de salir victorioso en las elecciones es el estrecho vínculo con la corrupción del PP. De hecho, él es uno de los nombres que sale de forma destacada en los papeles del extesorero del partido, Luis Bárcenas. En la famosa "libretita", tal como llamaba María Dolores de Cospedal, aparecía el líder andaluz. Así pues, Moreno fue el octavo cargo mejor pagado de los populares en el 2006 y que disfrutó de un doble sueldo, como cargo electo y como dirigente del partido, durante diez años, en que llegó a percibir en total un millón de euros.
Las retribuciones que Moreno cobraba del partido no eran ilegales, y de hecho las declaraba a Hacienda, pero no eran de dominio público ni las conocían los dirigentes del PP que tenían responsabilidades orgánicas pero no cobraban las grandes cantidades percibidas por los privilegiados que formaban parte de los hombres fuertes de Génova.
Moreno, de los mejor pagados
La cúpula del PP tenía estipulados dos tipos de sobresueldos: los percibidos B y que se entregaban en sobras y los asignados como gastos de representación o complementos para participar en actividades como seminarios o conferencias. En el 2010, Moreno cobró unos 65.000 euros como diputado en el Congreso y 41.496 más en concepto de "Conferencias, seminarios y gastos de representación del PP". Y como este, varios ejemplos desde el 2006.
Recortes en sanidad
Pero sus vínculos con Bárcenas no son lo único que reprochan a Moreno Bonilla. Antes de cerrar el año 2021 y, todavía pagando las consecuencias y los retrasos originados por la covid, la Junta decidió despedir de forma directa a 8.000 sanitarios y 12.000 pasaron a tener contratos de corta duración y más precarios. Un recorte que se concentra en el ámbito hospitalario después de dejar en una situación muy débil la atención primaria.
Para dar la vuelta a esta losa, Moreno se ha comprometido en campaña con respecto a la sanidad. En total, el presidente ha prometido 191 actuaciones en infraestructuras o el impulso a la Ley del Medicamento. Otro punto del programa de Moreno que tendrá que resolver en esta legislatura será el reforzamiento de las plazas de formación sanitaria especializada, las cuales se comprometieron aumentar para dar respuesta al déficit de profesionales en la región.
Una medida que se suma el aumento de 150 euros para el personal sanitario A2 de hospitalaria, así como la retribución de la prolongación de las jornadas de anochecer y la extensión de la carrera profesional y su aumento salarial. De momento, sin embargo, tan sólo promesas.