La alcaldesa de Roses, Montse Mindan, se ha convertido en la primera alcaldesa a quien juzgan para el 1-O. Mindan se enfrenta a 1 año de inhabilitación y a pagar 3.240 euros de multa por, según la acusación, abrir locales municipales para que se celebrara el referéndum. La defensa pide la absolución y subraya que no hay ninguna prueba "objetiva" que demuestre que ella facilitara la apertura de los colegios.
La alcaldesa de Roses ha sostenido durante el juicio, que ha empezado este martes, que en ningún momento hizo nada para facilitar que los locales municipales se abrieran por el referéndum. Según ha explicado, no facilitó las llaves ni tampoco mandó a nadie que los abriera por las votaciones del 1-O.
Quien la ha llevado a juicio ha sido un vecino del pueblo, que inicialmente la denunció por haber dado apoyo al referéndum. El vecino, que dice que trabaja de escolta, ha admitido que la denuncia se basa en imágenes extraídas de redes sociales.
La Alcaldesa de #roses, @montsemindan, será juzgada este martes para defender el derecho al voto el 1-O.
— Junts per Catalunya Alto Empordà (@JuntsAltEmporda) November 15, 2020
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La Audiencia de Girona ordenó reabrir la causa
En un inicio, el juzgado de instrucción archivó la causa, pero la Audiencia de Girona ordenó reabrirla. A partir de aquí, el caso se redirigió. Porque el eje sobre el cual pivotaba la acusación ya no fue que Mindan hubiera firmado el decreto dando apoyo al referéndum, sino haber permitido que durante el 1-O se abrieran locales municipales para las votaciones.
El caso ha llegado a juicio este martes al Penal Número 1 de Figueres. A las preguntas de la fiscalía, Mindan ha recordado que firmó el decreto antes de recibir la advertencia del Tribunal Constitucional, y que a finales de septiembre del 2017, dio cuenta al pleno por "transparencia" y porque se trataba "de una declaración política".
La alcaldesa también ha dicho que, durante aquel mes, colgó carteles y propaganda del 1-O tanto en las calles del pueblo como las redes sociales. Pero cuando la fiscalía la ha interrogado sobre el día del referéndum, su respuesta ha estado clara. "No inicié, ni motivé, ni tampoco ordené ninguna acción", ha afirmado.
Ni llaves ni órdenes a la policía
La alcaldesa Mindan ha explicado que no autorizó que se abrieran locales municipales para hacer el referéndum, ni que tampoco cedió las llaves para que terceros lo hicieran. "Hay muchísima gente en Roses que tiene", ha dicho en referencia a las llaves.
También ha asegurado que el 1-O "todo Catalunya conocía que se tenía que celebrar el referéndum" pero que no sabe quién abrió los locales municipales para las votaciones. Ha negado –cómo sostiene la acusación- que fuera personalmente a primera hora en el colegio Els Grecs y en el Ajuntament para hacerlo ella misma. "Sí que sé que los locales se abrieron, porque durante el día fui", ha precisado.
Mindan también ha explicado que en ningún momento ordenó nada a la Policía Local, porque de hecho el cuerpo no podía intervenir. Y por último, ha admitido que se encontró con dos Mossos d'Esquadra delante del Ayuntamiento, que le comunicaron que tenían que levantar acta porque se había abierto el colegio electoral.
Un vídeo en las redes sociales
El vecino que la ha llevado a juicio es un autónomo que trabaja de escolta o perito. El hombre ha explicado que durante el 1-O recorrió los diferentes colegios electorales, vio que estaban abiertos y que la Policía Local "no fue en todo el día". "Los únicos que había eran los Mossos d'Esquadra", ha explicado.
El vecino inicialmente dijo que había visto la alcaldesa a primera hora de la mañana en la escuela Els Grecs y en el Ayuntamiento. Pero después ha explicado que lo decía en referencia a las imágenes que aparecían en un vídeo. De hecho, este vecino ha explicado que la denuncia se basaba en imágenes que había extraído de las redes sociales.
Durante el juicio también han declarado dos testigos en referencia a este vídeo. Uno de ellos es el joven que lo había editado; el otro, el concejal de ERC Joan Plana. El primero ha explicado que el vídeo se había hecho para conmemorar el aniversario del 1-O y que contenía imágenes grabadas durante diferentes días. Los dos han asegurado que Mindan, el día del referéndum, no fue al Ajuntament a primera hora.
Por último, Plana ha asegurado que la alcaldesa no le entregó ninguna llave para abrir la puerta del consistorio; y que, de hecho, aquella que se ve que él abre en el vídeo es, en realidad, la de su despacho y no la de la sala de plenos, donde se hizo la votación.
La actitud de la alcaldesa fue activa u omissiva
Al final del juicio, la fiscal ha mantenido la petición de pena para Mindan por un delito de desobediencia. Sostiene que se lo tiene que condenar porque la alcaldesa era "plenamente consciente" de que los colegios abrirían para el 1-O y "no llevó a cabo ningún acto para impedirlo". Para el ministerio público, si bien la actitud de la alcaldesa de Roses no fue "activa", sí que fue "claramente omissiva". "Es decir, llevó a cabo un asentimiento pasivo para que se celebrara", ha dicho la fiscal.
Para la defensa de Mindan, sin embargo, el caso tiene que acabar con absolución. El abogado de la alcaldesa, Joan Ramon Puig, sostiene que pretender condenar a la alcaldesa basándose en la tesis de la desobediencia por omisión es "inverosímil".
"El requerimiento que se hizo a los alcaldes decía claramente que no hicieran nada para facilitar el referéndum; por lo tanto, en este caso, la omisión se convertiría en una actuación proactiva", ha dicho Puig, recordando que, precisamente, Mindan "no hizo nada" para que se abrieran los colegios.
El juicio ha quedado visto para sentencia. La celebración de la vista, sin embargo, se ha hecho a trompicones. Primero, porque la defensa ha planteado dos cuestiones de nulidad –que se resolverán en sentencia- y eso ha hecho suspender el juicio temporalmente. Y después, porque ha habido que asegurarse que otro juzgado de Figueres no hubiera archivado una denuncia contra Mindan por los hechos que, precisamente, se juzgaban hoy.