El exconseller Carles Mundó ha reclamado una indemnización de 19.409 euros en el Ministerio de Justicia por los 33 días que estuvo a la prisión preventiva por la causa del procés, en la cual el Supremo acabó condenándolo sólo por un delito de desobediencia, que no comporta penas de prisión. En su escrito de reclamación patrimonial dirigido al ministerio, en que ha tenido acceso Efe, el exconseller de Justicia mantiene que fue encarcelado de manera "indebida", acusado de delitos castigados con prisión de los que después fue absuelto, el que le ha ocasionado daños económicos, psicológicos y morales que se estima en 19.409 euros.
Mundó ingresó en la prisión el 2 de noviembre de 2017 por orden de la Audiencia Nacional, a raíz de la querella que la Fiscalía presentó contra el Gobierno de Carles Puigdemont por el procés independentista, y estuvo encarcelado hasta el 4 de diciembre, cuando el Supremo lo puso en libertad debajo fianza de 100.000 euros.
En su sentencia del pasado 14 de octubre, el Supremo acabó por absolverlo de delito de malversación de que se le acusaba, por el cual la Fiscalía y la Abogacía del Estado le pedían 7 años de prisión y 24 la acusación popular de Vox, y condenado únicamente a inhabilitación y multa por desobediencia, que no comporta penas de prisión.
Según argumenta Mundó en su escrito, su "indebida" estancia a la prisión preventiva durante 33 días comportó una pérdida de ingresos económicos a su familia, un "impacto emocional" para sus tres hijos, que requirieron tratamiento psicológico, y daños a su "honorabilidad" por su permanente exposición mediática relacionada con graves delitos. Mundó expone que el encarcelamiento ha provocado un grave impacto emocional a su familia, tanto en el suyo padres, como a su pareja y sus hijos -de 11, 8 y 6 años en el momento de los hechos-, que "han tenido que soportar innumerables comentarios sobre la situación procesal y el encarcelamiento".
Para el exconseller, esta situación ha estado "especialmente perjudicial" en el caso de sus tres hijos, dado que tener su padre en la prisión ha afectado a su "estabilidad emocional y, por lo tanto, su rendimiento y bienestar escolar". "Ha habido episodios especialmente perjudiciales y dolorosos, como es el hecho de tener que visitar a su padre en la prisión, después de recorrer 1.264 kilómetros", dice Mundó, que añade que sus hijos tuvieron que recibir ayuda psicológica para gestionar la situación vivida, y reclama también por el tratamiento.
El escrito recuerda que el despacho de abogados en el cual trabajaba le rescindió el contrato después de su ingreso en la prisión, lo que ocasionó una "pérdida de ingresos" a la economía familiar, al que se sumaron los gastos derivados de los siete desplazamientos que tuvo que pagar su mujer para visitarlo a la prisión, en una ocasión acompañada de sus hijos. Al lado de los perjuicios económicos, el escrito esgrime los "daños morales" que provocó en el exconseller su encarcelamiento durante 33 días, con un "evidente daño para la reputación personal, familiar y profesional".