Nuevo capítulo del caso Negreira, la investigación por supuesta corrupción deportiva y blanqueo de capitales que involucra al FC Barcelona y a José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Si hace dos días el juez Joaquín Aguirre imputó Ana Rufas, la pareja de Negreira, por posible blanqueo de capitales después de que la Guardia Civil le encontrara en su cuenta tres millones de euros sin justificar, ahora el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona que investiga el caso ha encontrado pagos del Barça a la que fue secretaria del vicepresidente de los colegiados Concepción Díaz Herbella, Conchi. El magistrado ha expuesto en un nuevo auto que la Guardia Civil ha encontrado transferencias directas del club azulgrana a Conchi, en concreto, cuatro pagos entre el 2005 y en el 2006, por|para un total de 35.555 euros. En su auto, el juez insiste en que el objetivo de los pagos del club azulgrana al exvicepresidente de los árbitros era el "de alterar la competición".
Ninguna relación entre el Barça y la secretaria
Según los investigadores, no existe ninguna relación comercial, mercantil o profesional entre el FC Barcelona y esta persona que justifique los pagos efectuados. Según l'aute, al que ha tenido acceso El Español, los pagos del club fueron efectuados a una cuenta de la que es titular la secretaría de Negreira, y el exvicepresidente de los árbitros era el apoderado. La Guardia Civil destaca que la operación "no tiene coherencia", ya que se justificaron como pagos de facturas en la empresa SOCCERCAM SL, de la cual es propietario Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira. Los investigadores también destacan que no existe tampoco ninguna vinculación entre Conchi Díaz y esta empresa. Esta persona trabajaba para DASNIL 95 SL, la principal empresa de Enríquez Negreira, de la cual era único propietario y beneficiario y recibió la mayor parte de los pagos emitidos por el FC Barcelona entre el 2001 y el 2018, un total de 7,6 millones de euros. Dinero que, según Negreira, el club le pagaba para asegurar arbitrajes "neutrales", mientras el Barça alega que pagaba por informes técnicos relacionados con los arbitrajes que, según un informe policial, son aparentemente ficticios, tal como recalca el juez, que lo considera "una excusa".
Claros indicios de criminalidad
El juez Aguirre también destaca en su auto que la misma Audiencia Provincial ya señaló que "hay claros indicios de criminalidad" relativos a la comisión de un "delito de corrupción en el deporte" y otro independiente de "blanqueo de capitales". Según el magistrado del Juzgado de Instrucción número 1, no encuentra "ninguna otra razón convincente que la de alterar la competición deportiva nacional (Liga y Copa del Rey)" como motivo de los pagos del FC Barcelona al expresidente del Comité Técnico de Árbitros entre 1993 y 2018.
Investigación de otras cuentas
Aguirre también pide investigar diez nuevas cuentas bancarias, seis de las cuales tienen como titular en Conchi Díaz, la secretaria de Negreira, y otros cuatro a José Martínez Alfonso, amigo personal del Negreira y también el árbitro, que cobró secos en el portador de las cuentas de las empresas investigadas. Según el juez Aguire, tanto Conchi Díaz como José Martínez realizaban "funciones secundarias para el investigado Enríquez Negreira" con relación a la retirada en efectivo de fondo de las sociedades DASNIL 95 y NILSAD.
El FC Barcelona hizo pagos a cuatro empresas principales vinculadas a José María Enríquez Negreira y su hijo. La sociedad DASNIL 95 recibió la mayor parte de los pagos del FC Barcelona, superando los 1,6 millones de euros solo entre el 2016 y el 2018. NILSAD era una sociedad civil privada que recibió un único pago de 50.000 euros en el 2016. SOCCERCAM SL es la sociedad propiedad del hijo de Negreira, Javier Enríquez Romero, que facturó al Barça 450.120 euros entre el 2016 y el 2018. Y la cuarta empresa es TRESEP 2014 SL, una compañía vinculada a Josep Contreras Arjona, muerto en 2022, que estuvo vinculado a las directivas de Josep Lluís Núñez, Joan Gaspart, Sandro Rosell y Josep María Bartomeu.