El juez ha aplicado la ley de amnistía al activista Adrián Sas, condenado a tres años y medio de prisión por los delitos de atentado contra la autoridad con objeto peligroso y de lesiones por haber picado con un palo a dos agentes de los Mossos d'Esquadra, sin herirlos de gravedad, en una protesta del primer aniversario del 1-O en el Parlament, el año 2018. El pasado mes de marzo —el mismo día que la ley de amnistía se aprobaba en el Congreso— el Tribunal Supremo confirmó la sentencia inicial, impuesta por la Audiencia de Barcelona en noviembre del 2020, y estaba pendiente de la orden de ingreso en prisión. Finalmente, el activista de Vilafranca del Penedès no será encarcelado.

El juez Ramon Fors, de la sección quinta de la Audiencia de Barcelona, ha firmado el auto que confirma la aplicación de la amnistía para este joven, según ha informado la ACN. El magistrado explica que después de dar traslado a las partes para que se pronuncien sobre la aplicación de la amnistía, todas se han mostrado "conformes". En la parte dispositiva indica que aunque a la sentencia no se especificaban los motivos de la protesta en el curso de la cual Sas cometió las agresiones, los escritos de acusación "concretaron" que eran protestas por los hechos del 1 de octubre del 2017, ocurridos en aquello que la ley denomina "el contexto del denominado procés independentista catalán". Es por eso que declara "la extinción de la responsabilidad penal" de Sas, deja sin efecto las medidas cautelares que se adoptaron y ordena que se cancelen los antecedentes penales derivados de este proceso.

El grupo de apoyo a Sas celebra la noticia y reclama una "amnistía total"

El grupo de apoyo al activista ha celebrado que Sas finalmente no tenga que entrar en prisión y se pueda quedar en su ciudad natal "después de años de un procedimiento injusto", por el cual denuncia que se lo ha juzgado por "su militancia política y por ejercer el derecho a manifestación". Ha subrayado que tanto él como su familia han vivido a lo largo de estos años la represión del Estado español, y que su condena fue "una agresión contra el derecho colectivo a decidir y manifestarse". En este sentido, han destacado que no entienden la amnistía ni como "una rendición ante el Estado" ni como "un arrepentimiento".

El grupo de apoyo de Sas ha señalado que la amnistía todavía "deja de lado miles de represaliados y presos políticos", y han advertido que seguirán luchando hasta conseguir una "amnistía total". Con todo, los compañeros de Sas han querido reivindicar la ley de amnistía como un hito conseguido gracias a "la presión ejercida desde las calles" por los colectivos y personas organizados al margen de las instituciones, y han acusado al Govern de querer "limpiarse la cara" con la ley, ya que en el caso de Sas, fue la acusación particular de la Generalitat, que calificó de "instrumento peligroso" el palo utilizado por el activista, lo que hizo que la condena fuera tan elevada.