El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional a cargo del caso Koldo, Ismael Moreno, ha pedido que se investigue el comisionista de la trama, Víctor de Aldama, por un delito de tenencia ilícita de armas. El juez ha dejado en manos de los juzgados de Alcobendas, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, el hallazgo de una carabina durante el registro de su domicilio en Madrid el pasado mes de febrero. El magistrado ha deducido testimonio respecto de estos hechos después de que la Unidad Adscrita a la Fiscalía Anticorrupción (Uafac) alertara de la aparición de un arma de fuego que "carece de documentación que ampare su posesión de manera legal, entre ella la correspondiente guía de pertenencia" por el cual se podría imputar este delito. El fiscal del caso, Luis Pastor, pidió la medida al juez para "determinar la posible existencia de un delito" y que se enviara testimonio del oficio de la UCO sobre el arma en los juzgados correspondientes. En concreto, según apunta ABC, se trata de un "arma de repetición manual, carabina, del calibre 44 mm de la marca Tiger".
Hallazgo de armas
En el mismo informe, el fiscal Pastor explica que según oficio policial también el 20 de febrero se daba cuenta de que durante el desarrollo de la entrada y registro realizado en el domicilio del empresario Rogelio Pujalte —también investigado al caso Koldo— en La Raya (Murcia) fueron encontrados "varios efectos, considerados armas prohibidas por el Real decreto 137/1993, de 29 de enero, por el cual se aprueba el Reglamento de Armas". Igual que con Víctor de Aldama, el juez acuerda deducir testimonio de este oficio policial para que un juzgado de instrucción de Murcia investigue si encaja en comisión de un presunto delito de tenencia ilícita de arma.
Declaraciones por el caso Koldo
Siguen declarando los investigados en el marco del caso Koldo. Este martes agentes de la Guardia Civil han atestiguado que las labores de contravigilancia para de Aldama, entre ellas en su despacho en Madrid, fueron un "teatro" porque no tenían medios, y que la intención era que el empresario se sintiera seguro por el miedo que tenía a ser vigilado. Después de la declaración del coronel de la Guardia Civil que condecoró de Aldama y otros tres agentes, esta mañana ha sido el turno de los otros cuatro identificados con los números 7, 9, 12 y 14 en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) en el que se analiza la actuación del comandante de la Guardia Civil, Rubén Villalba, investigado en esta causa y que estuvo destinado en la embajada de España en Venezuela.
Los cuatro agentes han asegurado que ellos únicamente recibían órdenes y que estas se encuadraban dentro de la normalidad en una unidad de Información de la Guardia Civil como es el UCE2, dedicada a la lucha contra el terrorismo internacional. Por esta razón, han asegurado que no llegaron a sospechar que alguna cosa estaba sucediendo cuando es habitual que se realicen determinadas funciones en los servicios de información, según han informado fuentes jurídicas presentes en la declaración. En este contexto de normalidad han enmarcado también el suministro de móviles a de Aldama y Koldo García, ya que se suelen proporcionar a los colaboradores del cuerpo para asegurar sus comunicaciones, por lo que tampoco les levantó ninguna sospecha.