La libertad de expresión encorsetada. Tres ciudadanos irán a juicio, si nada cambia, por haber realizado tuits "humillantes", en opinión de la Fiscalía, contra una familia de Canet de Mar, que consiguió que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ordenara a la escuela Turó del Drac que la clase de P5 donde va su hija se impartan el 25% de las clases en castellano. El titular del juzgado de instrucción 12 de Barcelona, el magistrado Sergio Escalona Lebiere, ha cerrado la investigación iniciada el verano pasado y ha decidido enviar a juicio a tres de los cuatro investigados por los delitos contra los derechos fundamentales y un delito de odio, como los acusaba la Fiscalía. Al menos la abogada de uno de los investigados ya ha presentado un recurso ante la Audiencia de Barcelona contra su procesamiento al considerar que estas expresiones en Twitter, hechas en diciembre de 2021, se enmarcan en el derecho a la libertad de expresión, el humor y en el debate sobre la judicialización del uso del castellano en la escuela catalana. Para el cuarto investigado, el juez ha decretado el sobreseimiento.
Antes de que la causa se judicializara, la Fiscalía inició una investigación al recibir las denuncias de Vox, Hablamos español y la Asamblea por una Escuela Bilingüe. De forma inesperada, el padre de la menor, Javier Pulido, también se personó en la causa y declaró ante el juez, el septiembre pasado, que las afirmaciones en Twitter habían afectado la familia y lo calificó de acoso.
Las defensas han insistido en enmarcar los mensajes en la libertad de expresión y en el debate público sobre las lenguas cooficiales a Catalunya y la judicialización hecha por los políticos. Precisamente, en la causa se denunció que el magistrado Escalona hizo declarar en castellano a dos de los investigados, y en la siguiente citación llamó a un intérprete.
Hacer canelones con la menor
En la instrucción, uno de los investigados defendió ante el juez sus tuits al asegurar que se amparan en la libertad de expresión y en el debate lingüístico abierto en nuestro país, a raíz de la imposición por parte del TSJC de dar el 25% de clases en castellano a todos los centros. A este ciudadano se le acusa de haber escrito "Ñ" de "ñordo" y pedir el aislamiento de la menor en el centro, según la Fiscalía.
Uno de los tuits con más repercusión es el de un vecino de Barcelona que aseguraba que aquella Navidad "haría canelones con niños castellanohablantes". Jordi, el investigado, declaró ante el juez que hizo los tuits "como befa contra los políticos del PP y de VOX porque dicen barbaridades contra la escuela catalana". Jordi tuvo que pedir un traductor para poder declarar en catalán al juzgado, ya que el juez Escalona afirmó a dos investigados que no entendía la lengua propia de Catalunya. Para la Fiscalía, el investigado hizo mofa públicamente de la menor castellanohablante "rebajándola y cosificándola como si fuera carne para hacer canelones, y atribuyendo a su familia la condición de fascista, con la consiguiente humillación, individualizada y señalándola públicamente por hablar en castellano". Las defensas han reiterado que todo se enmarca en la libertad de expresión y la crítica dirigida a los políticos.