Nada de ir a Madrid. El juez Pablo Llarena, instructor de la causa del procés independentista catalán, ha ordenado que la exconsellera y eurodiputada de Junts Clara Ponsatí, detenida este lunes por los Mossos en Barcelona, declare ante el juzgado de guardia de la ciudad y después quede en libertad. I así ha sido.
El magistrado del Tribunal Supremo acordó la detención de Ponsatí, el abril pasado, solo para comunicarle que está procesada por el delito de desobediencia por el 1-O. Este delito no implica penas de prisión, solo de inhabilitación a cargo público, y por eso el magistrado Llarena no ordenó nunca su detención a Europa.
Causas contra el exilio
Precisamente, este lunes, el día siguiente a las elecciones generales 2023, la Fiscalía ha pedido al magistrado del Supremo que reactive las euroórdenes de detención del presidente Carles Puigdemont y del exconseller Toni Comín.
Preguntas enviadas
En la interlocutoria, el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, ha acordado, este lunes a mediodía, que sea el juzgado de Guardia de Barcelona el que tome declaración indagatoria a la exconsellera catalana Clara Ponsatí, procesada por delito de desobediencia, y detenida por los Mossos. Para lo cual, ha adjuntado una relación de las preguntas dirigidas a la eurodiputada en este trámite, y añade que la detenida tiene que ser puesta a continuación en libertad, dejando sin efecto la orden de detención acordada en su momento.
El juez Llarena, en la resolución, afirma que “considerando que la renuencia de la acusada a someterse a la ineludible declaración indagatoria invalida cualquier intento de citación que pretenda conseguir su comparecencia en libertad , pero valorando también que "la conducción policial al Supremo supondría una extensión de su privación de libertad en un delito para el cual no están previstas penas de esta naturaleza", al final, acuerda que el juez de Barcelona haga el trámite.
En libertad por Catalunya
Y así ha sido. La ex consellera Clara Ponsatí se ha acogido a su derecho a no declarar las preguntas que ha enviado el juez Llarena desde Madrid, y ha quedado en libertad hacia las tres del mediodía. A partir de ahora, Ponsatí puede pasear tranquila por Catalunya, y solo tiene que informar al Supremo de un domicilio en el Estado español para comunicarle sus resoluciones.
Ahora solo queda que el juez cierre la causa y la derive a juicio. Lo más normal es enviar su causa a los juzgados de Barcelona, a pesar de que Ponsatí continúa siendo europarlamentaria, y el Supremo, en su jurisprudencia (no lo dice ninguna ley) sostiene que su aforo es equiparable a los diputados en el Congreso.