La denuncia que presentó Elisa Mouliaá contra Íñigo Errejón por una presunta agresión sexual continúa su recorrido. Poco después de que el exportavoz de Sumar anunciara que dejaba la política en medio de acusaciones de violencia machista, la actriz y presentadora de televisión fue la primera mujer que aseguró públicamente que había sido una de sus víctimas. Posteriormente, Mouliáa presentó una denuncia a la Unidad de Familia y Mujer de la policía española sobre unos hechos que tuvieron lugar septiembre de 2021, que tuvieron lugar sin su consentimiento y que la hicieron sentir víctima de un delito sexual: Errejón y ella fueron a una fiesta en casa de una amiga de la actriz y, entre otras cosas, entraron en una habitación de la casa y el político cerró el pestillo de la puerta para “impedir que pudiera escapar”, la “empujó sobre la cama” y “se sacó su miembro viril”. “Todos estos hechos pasaron sin consentimiento”, relataba la denuncia. El viernes la denuncia recayó en el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid y ahora el juez Adolfo Carretero ha solicitado al Congreso que confirme que Íñigo Errejón ya no es diputado para poder dar el pistoletazo de salida a la investigación. De hecho, Errejón ya no figura en la web del Congreso como miembro de la cámara baja. Una vez el Congreso ratifique que es así, uno de los siguientes movimientos que podría hacer el magistrado es citar a declarar tanto Íñigo Errejón como Elisa Mouliaá.

Este primer paso en los tribunales coincide con el día que tanto Más Madrid como Yolanda Díaz dan explicaciones sobre el caso. El partido madrileño ha reconocido haber tenido conocimiento de los “problemas personales de otras índoles” de Íñigo Errejón, pero no de sus presuntas agresiones sexuales. La única denuncia de la que reconocen haber tenido constancia es la de junio de 2023, en la que una mujer lo acusó de haberle tocado el culo sin consentimiento en un concierto de Castellón. Mientras Podemos asegura que puso esta denuncia en conocimiento de Yolanda Díaz, Más Madrid reconoce que dio por buena la versión de Errejón y no la de la víctima, que lo denunció en Twitter. Admiten que cometieron “el error” de creerse el relato del político y también de Loreto Arenillas, exjefa de gabinete del acusado: “Minimizamos la agresión con “ambigüedades” y fue un error dar por buena aquella versión”, ha afirmado en rueda de prensa Rita Maestre, expareja de Errejón y líder de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid. “Si hubiéramos sabido que era un agresor, créanme, no le habríamos recomendado ayuda profesional, habríamos ido a una comisaría”, ha añadido Mónica García, líder de Más Madrid y ministra de Sanidad.

En cambio, Loreto Arenillas, que el viernes fue destituida por el partido acusada de haber encubierto esta presunta agresión sexual de Errejón, ha desmentido Más Madrid: ha afirmado que informó a tres responsables del partido (al actual líder de la oposición a la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, a la secretaria de feminismos, Cristina Castillo, y al director de comunicación, Luis Giménez) y ha defendido que ella actuó “con corrección” con este caso. El viernes, después de ser fulminada, ya arremetió contra Más Madrid lamentando que se había convertido en un “cabeza de turco para esconder errores” que se habían cometido en el partido, haber sido “objeto de una inmensa campaña de mentiras” y de haber “perdido la presunción de inocencia”.

El relato de Elisa Mouliaá: tocamientos sin consentimiento

La denuncia de Elisa Mouliaá explica todos los hechos que sucedieron la noche que tuvo lugar la presunta agresión sexual. De camino a casa de la amiga de la actriz, Íñigo Errejón, con una actitud “dominante”, impuso tres condiciones a Elisa Mouliáa: “Que no se alejara mucho”, “que no se fuera más de 20 metros y que le diera un beso”. Ante esto, Mouliaá se sintió “violentada y cortada”, pero decidió “guardar silencio por quién era”. En el ascensor, la denuncia señala que Errejón “cogió a la denunciante fuertemente de la cintura y la empezó a besar, introduciendo su lengua en el interior de la boca, dejándola sin respiración y de una forma violenta, invadiendo su espacio y haciendo que se sintiera muy intimidada”.

Otro de los momentos que relata la denuncia es el camino hacia casa de Errejón, después de que Mouliáa bailara con un amigo, que Errejón la cerrara en la habitación y que los dos se acabaran marchando de la fiesta. Una vez en el taxi, Mouliáa recibió una llamada de su padre diciendo que su hija estaba a 40 grados de fiebre, cosa que “no preocupó su acompañante, que no reaccionó en absoluto”. Acabaron subiendo al domicilio de Errejón que, “sin mediar palabra, empezó a besar a la denunciante en los labios” y la volvió a tocar. Llegados a este punto, la actriz comunicó a Errejón que se sentía muy incómoda y preocupada por el estado de salud de su hija. “Íñigo, solo sí es sí. Parece mentira que se me esté pasando eso contigo”, le lanzó. Y acabó marchándose.

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