La titular del juzgado de instrucción número 3 de Madrid ha decidido archivar provisionalmente la causa abierta por las cartas amenazadoras con balas que recibieron Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y María Gámez, directora de la Guardia Civil, durante la campaña de las elecciones a la Comunidad de Madrid del pasado 4 de mayo. En un texto, la jueza argumenta la decisión por el hecho de que, durante las investigaciones, "no se han podido derivar datos para la identificación de las personas responsables".

Durante estas semanas, no se ha encontrado ningún indicio sobre el origen ni sobre el autor de las amenazas dirigidas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al exvicepresidente del Gobierno y entonces candidato de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, y a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.

Varias cartas amenazadoras

El 22 de abril, trascendía que Iglesias, Marlaska y Gámez habían recibido una carta sin remitente que contenía un mensaje amenazador y con balas a cada uno de ellos. Las de Iglesias y Marlaska llegaron al ministerio del Interior. En la carta del exsecretario general de Podemos, había concretamente dos balas y un mensaje que decía: "Has dejado morir a nuestros padres y abuelos. Tu mujer, tus padres y tú estáis sentenciados a la pena capital. Tu tiempo se agota".

En el sobre dirigido al titular del ministerio del Interior, había escrito este mensaje: "Tienes 10 días para dimitir. El tiempo de reírte de nosotros se ha acabado. Policía Nacional, Guardia Civil. El tiempo lo tienes en contra para los taponazos".

A lo largo de la semana, Pablo Iglesias recibió otra carta amenazadora, con cuatro cartuchos y un mensaje de muerte. Otros líderes políticos, como Isabel Díaz Ayuso (presidenta de la Comunidad de Madrid), José Luis Rodríguez Zapatero (expresidente del Gobierno) o Reyes Maroto (ministra de Industria) también recibieron cartas con amenazas similares. En el caso de Maroto, la Policía sí que pudo detectar quién fue el autor de esta amenaza, pero no tenía ningún vínculo con ninguna de las otras enviadas a demás figuras políticas. Se trataba de un vecino de El Escorial con un problema de salud mental.

La policía española y la Guardia Civil estuvieron practicando las investigaciones correspondientes durante las semanas siguientes y los agentes revisaron las grabaciones de seguridad de la zona donde se recogió el envío (Vallecas), así como los repetidores de telefonía del área. De todos estos indicios, no encontraron nada ni tampoco localizaron restos de ADN en los sobres que llegaron a los políticos afectados por las amenazas. La única hipótesis con la cual trabajaban era que el autor de las amenazas a Iglesias, Marlaska y Gámez es el mismo, pero no se ha podido saber nada y, amparándose en este hecho, la titular del juzgado de Instrucción número 3 de Madrid ha decidido archivar provisionalmente la causa.

 

Imagen principal: Sobre amenazas que recibió Pablo Iglesias. Twitter @PabloIglesias.