La jueza jefe del tribunal del distrito de California Judge Phyllis Hamilton ha aceptado a trámite la demanda de WhatsApp contra NSO, la empresa israelí que vendió el programa Pegasus, el cual sirvió para espiar a varios dirigentes independentistas como el presidente del Parlament, Roger Torrent, o el líder republicano en Barcelona, Ernest Maragall.
En una resolución judicial, la jueza Hamilton ha asegurado que los argumentos de la empresa NSO sobre que "no tenía ningún papel" en la elección de personas para espiar no la han convencido. Por el contrario, la jueza ha afirmado que sospecha que NSO "tuvo algún papel" en la clasificación de las víctimas "incluso si [el programa] estaba bajo la dirección de sus clientes".
El proceso contra la empresa, provocada por este programa que también se ha utilizado para perseguir periodistas en la India y activistas en los Marruecos, entrará ahora en la fase documental.
Seguridad y privacidad
La empresa de mensajería, ahora propiedad de Facebook, se ha mostrado satisfecha con la decisión: "Confirma que WhatsApp podrá obtener documentos relevantes y otra información sobre las prácticas del NSO".
La magistrada también ha constatado que el hecho de que alguien envió malwares a los servidores de WhatsApp no parecen admitir discusión, sino que lo que hace falta descubrir es si el culpable es la empresa o sus "clientes sobiranos", en referencia a los países que compraron el programa.
Por su parte, el Grupo NSO ha defendido que "sólo vende programas espía a gobiernos y agencias policiales para seguir a terroristas y delincuentes". La empresa también ha acusado a los defensores de la privacidad "de ignorar un grave problema que tienen las agencias de todo el mundo: la proliferación de aplicaciones de comunicaciones cifradas como WhatsApp, que según argumenta, ha facilitado que los terroristas y otros delincuentes se escapen".
En un comunicado, la empresa ha añadido que "su equipo jurídico está analizando la decisión del tribunal". "Así que no estamos en posición de comentar los detalles. Nuestra tecnología es utilizada para salvar vidas y prevenir el terrorismo internacional, y estamos convencidos de que nuestra conducta es legal", ha reivindicado.