Mucho antes de que saliera el sol, miles de catalanes se ponían en marcha para dirigirse a las puertas del Tribunal Superior de Justícia (TSJC) y dar apoyo al expresident del Govern Artur Mas y a las exconselleres Joana Ortega y Irene Rigau.
Cerca de 170 autocares apretaban el acelerador a primera hora y desde todos los puntos de Catalunya, autocares que llevaban a los casi 50.000 inscritos que hoy se han tomado el día libre para formar parte de la comitiva que se autoinculpa, también, de la celebración de la consulta del 9-N. Una movilización (y un juicio) del que se ha hecho eco todo el mundo.
Y con los autocares también viajaba la urna gigante, símbolo de la democracia y de la votación del 9-N de 2014.
Antes de las 7 de la mañana, la pancarta Love Democracy ya se plantaba delante del Arc de Triomf de Barcelona, bien cerca del TSJC, para elevarse minutos más tarde y dar la bienvenida a toda la comitiva enviando un mensaje claro al mundo.
Y poco antes, también, de las 7, ya había algunos manifestantes cogiendo lugar en primera fila ante las puertas del tribunal.
Las calles de Barcelona, y de otros puntos de Catalunya, estaban llenas de vida esta madrugada, sobre todo el paseo Lluís Companys.
Mientras la bandera española que preside el TSJC junto con la bandera ha quedado colgando de un hilo, los Mossos y los perros de la unidad canina rastreaban la zona por prevención.
Paralelamente a eso, se iba construyendo un pasillo por donde pasarían pasados 26 minutos de la hora prevista para el juicio, sus protagonistas: Mas, Ortega y Rigau, que finalmente han comenzado con las cuestiones previas con 45 minutos de retraso.
Mas ha salido hacia las 7.45 horas de su casa, donde ha recordado y ha querido dejar claro que "hoy no se está defendiendo nada de la independencia, estamos en un juicio para defender la esencia democrática".
Los tres acusados han estado acompañados todo el camino por el president del Govern, Carles Puigdemont, que ha empezado el camino desde el Palau de la Generalitat después de hacer su declaración institucional donde dejaba claro que "muchos nos sentimos juzgados", por la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, el vicepresident y conseller de Economía, Oriol Junqueras, y el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Francesc Homs, que también está a la espera de que se le juzgue por la misma cuestión.
La comitiva ha hecho una parada en el Fossar de les Moreres donde han entonado l'Estaca de Lluís Llach.
Mientras tanto, miles y miles de ciudadanos los esperaban cantando l'Estaca y otros cánticos relacionados con Catalunya, acompañados de estrellades y de urnas gigantes.
Una vez en el paseo Lluís Companys, la comitiva ha sido recibida por los líderes de las entidades soberanistas que han organizado la concentración: el presidente de la ANC, Jordi Sánchez; el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart; y la presidenta de la AMI, Nieves Lloberas, y unos 500 cargos electos más.
Según la Guardia Urbana, más de 40.000 personas se habrían concentrado para mostrar su apoyo a los acusados, centenares y centenares de personas que han visto como, agradecidos y satisfechos, los tres entraban en el TSJC ante la mirada de ánimos y alegría de toda la ciudadanía que los acompañaba y bajo el grito de "fuera, fuera, fuera, la justicia española" y "ni un paso atrás".
Muchos, sin embargo, se han quedado sin poder informar de nada de lo que estaba pasando por los inhibidores de datos móviles que había en la zona.
Puigdemont los ha acompañado hasta las puertas del TSJC, mientras que los consellers de Interior, Jordi Jané, y de Justícia, Carles Mundó, han abandonado un poco antes la comitiva.
A las 9.45 horas, han comenzado las cuestiones previas al juicio.