La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional comienza a juzgar este martes la pieza matriz de la trama Gürtel, denominada Época I: 1999-2005, en la que se sentarán en el banquillo de los acusados el presunto cabecilla de la red, Francisco Correa, el exsecretario de Organización del PP gallego Pablo Crespo, el extesorero popular Luis Bárcenas y otras 35 personas, entre ellas una decena de ex altos cargos del PP.
El juicio de la primera época de la trama Gürtel, que se celebrará en la sede de San Fernando de Henares (Madrid) siete años después de que los principales responsables fueran detenidos por el juez Baltasar Garzón –que comenzó a instruir la causa–, será uno de los más mediáticos de este año, debido a que se analizará en profundidad los primeros años de una de las mayores trama de corrupción de España que ha marcado la agenda política.
La sesión inicial coincide con la declaración de ex altos directivos de Caja Madrid, como el expresidente de la entidad Rodrigo Rato, por la utilización de las tarjetas black, cuya vista comenzó el pasado 26 de septiembre.
Increpados al llegar
Luis Bárcenas, Francisco Correa y otros acusados han sido insultados esta mañana cuando han llegado a la Audiencia Nacional para ser juzgados en el primer macrojuicio de la trama. Sobre las 9.10 horas, casi una hora antes de la fijada para el comienzo del juicio, Bárcenas ha llegado al tribunal acompañado de su abogado, Francisco Maroto, y ante una veintena de cámaras de diferentes medios de comunicación apostadas a las puertas de la Audiencia Nacional.
Cuatro preferentistas que se han concentrado para protestar con ocasión del juicio de las tarjetas opacas de Caja Madrid, que se celebra al mismo tiempo, lo han increpado con gritos de "ladrón" y "chorizo". Quince minutos después de Bárcenas ha llegado Correa, a quien los preferentistas le han gritado "malhechor", "sinvergüenza", "cabrón" y "¡corre, corre!".
Más de 40M€ de ganancias
Los magistrados que componen el tribunal, Ángel Hurtado –presidente y ponente–, José Ricardo de Prada y Julio de Diego, juzgarán las operaciones que la red de Correa desarrolló entre los años 1999 y 2005 con ayuda de Crespo. Organizaron un entramado societario utilizando sus contactos con responsables del PP para conseguir adjudicaciones irregulares de contratos públicos, el pago de comisiones y dádivas y ocultar al fisco las ganancias que ascienden a más de 40 millones de euros, según la Fiscalía.
Estas actividades se llevaron a cabo en las comunidades de Madrid y Castilla y León, el ayuntamiento de la capital y de los municipios madrileños de Majadahonda y Pozuelo de Alarcón y en la localidad malagueña de Estepona. Por ello, el juez Pablo Ruz decidió dividir la pieza en diversos apartados, que coinciden con estas administraciones más una introducción –subdividiendo la relativa a Madrid en Municipio y Comunidad de Madrid– para enmarcar las actividades que se llevaron a cabo durante esos seis años y quiénes intervinieron en cada uno de ellos.
Precisamente, el entonces titular del Juzgado Central de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional Pablo Ruz explicó en el auto con el que dio por concluida la instrucción, que la trama empleó los contactos en estas administraciones para obtener "adjudicaciones ilícitas para sus empresas mediante un entramado de sociedades por las que se canalizaban las dádivas, pagos de comisiones y pago a proveedores a través de un sistema de facturación falsa".