Un beso sin el consentimiento de Jenni Hermoso y presiones para que dijera que sí que lo había permitido. Es lo que juzgará la Audiencia Nacional entre el lunes 3 de febrero y el miércoles 19 en San Fernando de Henares. En el banquillo de los acusados se sentarán Luis Rubiales (presidente de la Federación Española de Fútbol entre 2018 y 2023), por haberle dado un beso a la jugadora durante la celebración del Mundial Femenino que ganó la selección española en Sidney en agosto de 2023, y tres miembros de su entorno más próximo por haber coaccionado presuntamente a la futbolista para que avalara públicamente el beso y exculpara a Rubiales: Jorge Vilda (exseleccionador femenino), Rubén Rivera (exresponsable de marketing de la RFEF) y Albert Luque (exdirector deportivo de la selección). La conclusión del juez que instruyó el caso, Francisco de Jorge, fue que Luis Rubiales “sujetó la cabeza de la jugadora con las dos manos, a la altura de las orejas” y, de forma “sorprendente e inesperada”, dio un beso en los labios de Jenni Hermoso, que “no dio su consentimiento”. “Fue una iniciativa unilateral de Luis Rubiales. [...] Desconcertada y sorprendida por el inesperado beso en los labios, [Hermoso] no tuvo tiempo de reaccionar”, añadía. Y exponía que, a medida que iban pasando las horas, “la euforia del triunfo fue dando paso al malestar y al sentimiento de haber sido ofendida”, un malestar que “fue en aumento delante de las presiones de Luis Rubiales y de su círculo próximo para que públicamente manifestara que el beso había sido consentido”. Hoy en día, ninguno de los cuatro acusados sigue ejerciendo en la RFEF: Rubiales dimitió veinte días después de los hechos, Vilda fue destituido y Luque y Rivera fueron apartados de sus funciones “hasta que se aclare el asunto judicial”.

 

Los hechos juzgados tuvieron lugar en agosto de 2023. Aunque Luis Rubiales siempre ha defendido que es inocente, el juez instructor esgrimió que había “indicios suficientes” para enviarlo a juicio acusado de cometer un delito de agresión sexual. La Fiscalía pide dos años y medio de prisión y 50.000 euros de indemnización para él y un año y medio de prisión y 50.000 euros más (a repartir) para los otros tres acusados. Sobre los hechos, Jennifer Hermoso lo dejó nítidamente claro en un comunicado el 25 de agosto: “No fue consentido. Ni de mi agrado. Me sentí vulnerable y víctima de una agresión. De un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte”.

Y se reafirmó cuando declaró en la Fiscalía: “Me vi con el beso en la boca y ya directamente bajé de la tarima con mis compañeras. […] No me lo esperaba. En una persona de confianza creo que nadie se esperaría que utilizara aquel momento para hacer una cosa así, por muy espontáneo que fuera”, relató. “Claramente, me sentí no respetada”, remachó. Al cabo de tres meses, ante el juez, se ratificó.

Luis Rubiales sostiene que fue un beso “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”

El comunicado de Jenni Hermoso era la respuesta de la jugadora al infame discurso que había protagonizado horas antes Luis Rubiales, atrincherándose y negándose a dimitir. “No voy a dimitir”, exclamó (gritando) en hasta cinco ocasiones durante una Asamblea Extraordinaria de la RFEF. Y le sirvió para dar su versión, muy alejada de la realidad, y repetir excusas. “El deseo que podía tener en aquel beso era exactamente el mismo que podía tener dando un beso a una de mis hijas. No hay deseo y no hay posición de dominio”, aseguró. Y afirmó, contra la versión de la jugadora, que el beso fue “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”. “Ella me levantó del suelo. Ella fue la que me subió en brazos y me acercó a su cuerpo. Y, al dejarme, nos abrazamos. Yo le dije «Sin ti no habríamos ganado este Mundial», ella me contestó «Eres un crac» y yo le dije «¿Un piquitoy ella me dijo «Vale»”, relató. Además, cargó contra el “falso feminismo”, que catalogó de “gran lacra”, y aseguró que se estaba cometiendo un “asesinato social”.

Hace cuatro meses, en una entrevista en el Suplement de Catalunya Ràdio, su abogada, Olga Tubau, defendió que él no cometió una agresión sexual porque estaba en el “convencimiento” de que Jenni Hermoso “estaba dando su consentimiento”. “Puede estar equivocado, pero él piensa que tiene el consentimiento y no da aquel beso con una voluntad de satisfacción sexual”, añadió.

 

Otro de los episodios que protagonizó Rubiales fue antes de la asamblea extraordinaria. En el camino de vuelta desde Australia, cuando hicieron escala en Doha, grabó un vídeo intentado excusarse y justificarse. “Seguramente me he equivocado, lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, pasó lo que pasó de forma espontánea, sin mala fe por parte de ninguna de las dos partes”, afirmó el entonces presidente de la RFEF. Antes, había pedido sin éxito que Jenni Hermoso saliera con él apoyándolo. Además, la Federación remitió un comunicado atribuyendo declaraciones a la futbolista que no eran suyas. Veinte días después del beso no consentido, y frente a la fuerte presión social, Luis Rubiales dimitió. Ahora bien, dio un paso atrás sin entonar el mea culpa y cargando contra la que consideró que era una “persecución desmesurada y de muchas falsedades”. “Tengo fe en la verdad y haré todo lo que esté en mi mano para que prevalezca”, afirmó. Posteriormente, a finales de noviembre, la justicia deportiva lo inhabilitó durante tres años por el beso y por su comportamiento en el palco.

 

Las “presiones” de Jorge Vilda, Rubén Rivera y Albert Luque crearon “ansiedad e intenso estrés” en Jenni Hermoso

Los otros tres acusados lo están por las presuntas coerciones a Jenni Hermoso y a su entorno en las horas posteriores al partido para minimizar el beso. Primero, Luis Rubiales intentó que Jenni Hermoso accediera a “hacer una manifestación pública, realizada conjuntamente con él, afirmando que el beso había sido consentido”, pero ella se negó y expresó su “malestar”. Viendo su negativa, el entonces presidente de la RFEF recorrió a su equipo. El juez de instrucción consideró que hay indicios que existió una “acción concertada” de los tres y “acordada” con Rubiales para “doblegar la voluntad” de Hermoso: “Las presiones a las que se sometió a la jugadora crearon en Jennifer Hermoso una situación de ansiedad e intenso estrés”, esgrimió el magistrado. Durante la instrucción, las jugadoras Alèxia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez ratificaron las coerciones a la jugadora y el hermano y una amiga de Jenni Hermoso también las confirmaron. Los cinco declararán como testigos en el juicio.

En concreto, fueron tres episodios. En el vuelo de vuelta a España, Jorge Vilda (exentrenador de la selección femenina) habló con Rafael Hermoso (el hermano de la jugadora) para que la convenciera de que participara en el vídeo. “En el curso de la conversación, le advirtió que si su hermana no accedía, su negativa tendría consecuencias negativas para ella y experimentaría perjuicios en su carrera profesional como futbolista”, señaló el juez. Jorge Vilda, que actualmente es seleccionador de Marruecos, negó ante el juez instructor que presionara a la jugadora: “Soy incapaz de presionar o coaccionar a nadie”, afirmó.

Jorge Vilda, en una rueda de prensa como entrenador de la selección española femenina de fútbol / Foto: EFE

Posteriormente, Rubén Rivera (responsable de marketing de la RFEF) pidió a Jennifer Hermoso de forma “reiterada y persistente” que hablara por teléfono con el responsable deportivo de la selección, Albert Luque. Sin embargo, Hermoso, con “expresión de hartazgo”, le comunicó que “no deseaba hablar de este tema”. Más tarde, Hermoso contestó por WhatsApp a Albert Luque rechazándolo y él incluso “se personó en el hotel [de Ibiza] intentando forzar a Jennifer a hablar con él”, en palabras del juez. Luque viajó a Ibiza, donde las jugadoras estaban celebrando el título, y alegó durante la instrucción que quería verla como amiga.

En paralelo, Rubén Rivera insistió a través de una amiga de Hermoso, “manteniendo durante horas los persistentes requerimientos a esta amiga para que convenciera a la jugadora para hablar con Albert Luque”. Y el mismo Luque insistió personalmente durante media hora a la amiga. Ante la “rotunda negativa”, Luque envió mensajes de WhatsApp a la amiga críticos contra la jugadora: aseguraba que su actitud era “injusta”, reprobaba su “bajeza humana” y su “poca empatía y humanidad” y advertía que la vida la “acabaría castigando dándole lo que se merece”.

Albert Luque, en una imagen de archivo / Foto: Europa Press

Los principales testigos que comparecerán: Luis de la Fuente, Alèxia Putellas, Irene Paredes, Laia Codina, Montserrat Tomé y las hijas de Rubiales

A lo largo del juicio, declararán 24 testigos. La primera, el lunes, será Jenni Hermoso. El mismo día comparecerán Ana Álvarez Mesas (directora del Fútbol Femenino de la RFEF), Patricia Pérez Requena (jefa de prensa de la selección española femenina) y Susana Rodríguez Tur (propuesta por Rubén Rivera). El martes será el turno de Luis de la Fuente (seleccionador de la selección masculina de fútbol desde 2022), Miguel García Caba (exvicesecretario general de la RFEF y exresponsable de Integridad), Pablo García Cuervo (exdirector de comunicación de la RFEF), Enrique Yunta Negra (miembro del equipo de comunicación de la RFEF) y Javier López Foso (coordinador del Departamento de Psicología de la RFEF desde 2022).

El miércoles 5 testificarán José María Timón (director de gabinete de Rubiales), Rafael del Amo (expresidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, que dimitió después de los hechos), Rafael Hermoso (hermano de Jenni Hermoso) y Vitoriano Martín (que estaba presente en la conversación entre Jorge Vilda y el hermano de Jenni Hermoso). Y entre el miércoles y el jueves están citadas cuatro jugadoras: Misa Rodríguez y Laia Codina, que irán presencialmente, y Alèxia Putellas e Irene Paredes, que declararán telemáticamente. El jueves también irá Ana Belén Ecube (la amiga de Jenni Hermoso que habló con Albert Luque). El lunes 10 están citadas dos de las hijas de Rubiales, que fueron propuestas por él y testificarán telemáticamente, Montserrat Tomé (exsegona entrenadora de la selección femenina y actual seleccionadora) y Salvador Losa (propuesto por Rubén Rivera). El martes 11 irá Alejandra Hernández Guevara y los peritos y el miércoles 12 será el turno de los cuatro acusados.