El exconcejal de Sant Joan de Vilatorrada y payaso, Jordi Pesarrodona, ha declarado ante el juez que no tuvo "nada que ver" con la organización del 1-O y que fue al centro de votación de la escuela Joncadella como un "ciudadano más". Hoy ha empezado el juicio al payaso por un presunto delito de desobediencia grave. Pesarrodona se enfrenta a dos años de inhabilitación para ejercer cargo o trabajo público y a una pena de 5.400 euros por haber participado en el referéndum del 1-O.
También ha declarado como testigo el jefe del operativo de la Guardia Civil. Ha asegurado que reconoció a Pesarrodona por la foto de la nariz de payaso y ha afirmado que vio claramente que ejercía un liderazgo sobre la gente que había congregada en el colegio. El agente también ha dicho que fueron a Sant Joan de Vilatorrada porque unos "agentes informativos" habían visto que había material electoral. Finalmente, el jefe del operativo ha asegurado que usaron la fuerza "de forma proporcional y sin ánimo de venganza". Pesarrodona se plantó el 20-S al lado de un Guardia Civil durante los registros en varios departamentos de la Generalitat y lo hizo pacíficamente y como muestra de reivindicación pacífica. Llevaba su nariz de payaso. Diez días más tarde, participó en el referéndum de su pueblo, y nuevamente ejerció la resistencia pasiva.
La llegada a los juzgados
El payaso ha llegado a las nueve y media a los juzgados y ha sido recibido por unas 300 personas, entre las cuales varios cargos electos de Junts per Catalunya, ERC y la CUP. Antes de acceder a los juzgados, Pesarrodona ha afirmado: "El juicio está ganado antes de entrar, porque ellos han perdido aunque me condenen".
El juicio ha empezado a las 10 h y en las puertas del juzgado de lo penal 2 de Manresa se han concentrado varias personas para apoyarlo. Entre los manifestantes había la portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, el portavoz de JxCat en el Parlament, Eduard Pujol, y el diputado parlamentario del mismo grupo Francesc de Dalmases.
Antes de entrar en el juzgado, Jordi Pesarrodona ha asegurado que su causa no tendría que haber llegado a juicio, ya que él "no era ni alcalde". Según el activista, todo se trata de una "persecución" con la intención de "desactivar el procés". Ahora bien, el exconcejal tiene claro que esta represión sólo consigue "hacernos más fuertes".