La negativa de Antonio Baños a responder a las preguntas de Vox ha abierto un conflicto en la sala segunda del Tribunal Supremo. Cuando era su turno este miércoles por la tarde, el periodista y exdiputado de la CUP ha manifestado su intención de no contestar a las cuestiones del partido de extrema derecha, aunque la ley obliga a responder a todas las partes. Baños lo ha justificado en la "dignidad democrática y antifascista". Tras un receso para resolver el conflicto, ha sido invitado a irse sin hacer la declaración.
De esta manera, el presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha advertido al testigo de que estaba obligado a responder a todas las preguntas, y que si no lo hacía se podría enfrentar a una sanción. El magistrado ha ofrecido una solución, trasladando él mismo las preguntas de la acusación particular, pero no ha funcionado. Marchena ha avisado de posibles "responsabilidades penales".
"Por dignidad democrática y antifascista, me niego a ser interrogado por Vox", ha defendido Baños antes de empezar el interrogatorio, que no ha pasado de las dos preguntas. El magistrado le ha respondido que lo hacen constar en acta y que "tiene que asumir la posibilidad de que incurra en responsabilidades penales".
"Este derecho sólo lo tienen los imputados, acusados o procesados", le ha explicado el presidente de la sala, que ha añadido: "Tiene información que interesa al tribunal. No tiene libertad para negarnos esta información".