El conseller de Salud en el exilio, Toni Comín, ha asegurado que es "imprescindible" que el día que se conozca la sentencia del juicio al procés la ciudadanía se movilice "con mucha más intensidad" que en la manifestación del sábado en Barcelona y en la huelga prevista para el 21-F.
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"Preparémonos psicológicamente porque el sacrificio, la movilización y el compromiso más grande no han llegado", ha dicho este domingo en un acto de protesta convocado por la ANC en Bruselas. Comín ha afirmado que para el Estado el día de la sentencia es "como el 6 de abril del 39", el "final de la partida". Con todo, ha defendido que la partida no se ha acabado. "Tenemos que demostrar al estado español que somos capaces de derrotarlos por muchas sentencias injustas que puedan dictar", ha concluido.
Además, el republicano ha destacado que a pesar de la "indignación absoluta" por el juicio también tiene un sentimiento "de orgullo total" por la "demostración de coraje" de los excompañeros de Gobierno que son juzgados. "Sus convicciones están intactas", ha remarcado después de las declaraciones de Oriol Junqueras y Joaquim Forn esta semana en el Supremo.
Críticas en la Eurocámara
Durante la concentración delante de la Gare Centrale de la capital belga, el exconseller Lluís Puig ha denunciado la prohibición de la conferencia del presidente Quim Torra y el presidente en el exilio Carles Puigdemont en la Eurocámara. "No podemos tener un Parlamento Europeo que castre y quiera cincelar la voz de los pueblos libres", ha lamentado.
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Por su parte, el coordinador de la ANC en Bruselas, Ivan Fox, ha valorado como "muy grave" el veto del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. Además, ha exigido la libertad de los presos y los exiliados leyendo todos sus nombres de un papel excepto una urna como la del 1-O, "el arma del crimen" por la cual se juzga a los 12 líderes independentistas.
También se ha sumado a las críticas Ralph Bunche, secretario general del UNPO (siglas en inglés para|por la Organización de Naciones y Pueblos no Representados). Durante los parlamentos, Bunche ha recordado que según los tratados internacionales la autodeterminación de los pueblos es un "derecho" y los estados tienen "la obligación de respetarlo".