Josep Rull ha empezado la declaración respondiendo a la fiscal Consuelo Madrigal sobre la hoja de ruta que preveía unas elecciones plebiscitarias. Una hoja de ruta que, por cierto, Madrigal ha confundido con la de la ANC y ha intentado enfatizar las movilizaciones. Y Rull ha tenido que matizar y diferenciar que el documento que firma el Govern no habla de movilizaciones.
"Después de haber intentado, de todas las maneras posibles, haber agotado los mecanismos que da el estado español para hacer un referéndum" se optó para sacar adelante la consulta, ha explicado Rull. "Utilizamos todas las vías", y ha enumerado todo el que intentó el Govern de la Generalitat para dar una salida pactada a la independencia.
"Utilizamos la vía del artículo 92 de la constitución que da competencia al Estado para convocar un referéndum. Se fue al Congreso a buscar el consenso y nos dijeron que no. La ley de consultas refrendarias de la Generalitat también se negó. La ley de consultas no refrendarias, y también nos dijeron que no. Buscamos un sistema de participación ciudadana y se dijo que no. Lo probamos más de 20 veces con todos los mecanismos que teníamos al alcance", ha dicho.
Muy pausado, Rull ha explicado que "la Constitución establece que el principio democrático tiene que fluir y el sistema tiene que encontrar los mecanismos para canalizar la voluntad de los ciudadanos. Si se niegan todas las opciones, qué mecanismo hay más diáfano que unas elecciones"?.
Y ha defendido que "el elemento básico es un referéndum dentro de la Constitución española. Si hay voluntad política se puede hacer un referéndum".
La fiscal ha hecho un intento de criminalizar las movilizaciones, pero Rull ha sido rápido: "Las movilizaciones son un elemento fundamental en todas las democracias".
Un día más el ministerio público ha entrado a intentar demostrar el delito de malversación preguntando a Josep Rull por el presupuesto de su Conselleria de Territori pero no ha sacado nada de provecho.
Consuelo Madrigal ha vuelto a dar un giro a las preguntas para centrarse en los requerimientos que se recibieron del Tribunal Constitucional. Rull ha dicho que ni estaba cometiendo ningún delito ni era extraño que el Gobierno hiciera una previsión económica si los referéndums son legales: "Cuando yo votaba aquella ley estaba amparado por la inviolabilidad parlamentaria y no tenía conciencia de cometer un delito de desobediencia porque la Constitución prevé el referéndum. Tener una partida reservada ante estas eventualidades no es una cuestión intranscendente, sino de diligencia política. Cuando planteábamos la ley en estos términos se priorizó el principio democrático y una cierta cautela.
"El escenario que previmos hasta el final era una referéndum pactado", ha concluido.
"Fui advertido", ha admitido Rull, pero también ha explicado que se suspendía "todo sistemáticamente". "Nosotros ponderábamos siempre el imperio de la ley y el principio democrático", ha dicho Josep Rull utilizando la misma expresión que ayer utilizó Jordi Turull.
Las leyes del referéndum
La fiscal ha insistido en el hecho de que el Govern estaba advertido hasta seis veces que lo que iban a hacer no era legal, pero Josep Rull, con tono tranquilo y pedagógico, ha explicado que ni había nada anulado y que fue un orgullo firmar el decreto de convocatoria del referéndum: "Fue uno de los momentos más trascendentes, importantes y emotivos que viví para poder cumplir y poner a disposición de la gente el instrumento para proyectar su voluntad. Aquello me honró y honró el conjunto del Govern".
Y con un tono aleccionador ha explicado que "la ley se acababa de aprobar. Se aprobó aquel mismo día, no estaba suspendida, y yo firmé con los otros miembros del Govern el decreto del convocatoria del Govern con una ley legal emanada de un parlamento legítimo y democrático como es el Parlament de Catalunya".
Sobre la ley de transitoriedad jurídica Josep Rull ha explicado que se aprobó de acuerdo con una ley del Parlament que permite concluir con todas las obligaciones y después de un procés "absolutamente garantista".
La malversación
La fiscalía insiste en la malversación y ya no se fija mucho a demostrar la rebelión. Demostrar la violencia es complicado; por eso tira de facturas para demostrar algún delito.
"De mi departamento y de la Generalitat de Catalunya no se firmó ningún acuerdo para el gasto del referéndum", ha dicho tajantemente Rull a preguntas de Consuelo Madrigal.
"No encontrará ninguna factura con el pago de ningún tipo de gasto vinculado a Unipost, porque no existe, porque no pasó. A la hora de gastar un euro que viene de los impuestos de todos hay un nivel de control y garantías extraordinarias. Un conseller no puede decidir gastar 500 euros si no hay una trayectoria", ha explicado Rull ante la insistencia de la fiscalía a demostrar la vinculación de la empresa Unipost, a quien atribuyen la campaña promocional del referéndum.
Además Rull ha puesto un nuevo elemento sobre la mesa que todavía no había salido: la intervención de las cuentas por parte del Estado desde el mes de julio. "Las finanzas de Catalunya están controladas por el gobierno del estado. Un control tomado por un decreto del Estado. Con todos estos controles es imposible poder desviar un solo euro".
Ante la insistencia de la fiscal Rull se ha impuesto:
"Insisto: no se gastó ni un euro público en la organización del referéndum"
"Los consellers teníamos la responsabilidad última, si se encontraran gastos relacionados con el referéndum, pero no encontrarán", ha concluido.
El 1-O
Como ayer hizo Jordi Turull, Josep Rull también ha desvinculado a los alcaldes de toda responsabilidad sobre el referéndum. "Eran miles de oleadas de esperanza que nosotros queríamos articular a través de este mandato democrático", ha dicho refiriéndose a la carta que recibieron del presidente Carles Puigdemont.
Y sobre la cesión de locales ha dicho: "El 1-O mi departamento, puso a disposición el local de la Junta de Residuos de Catalunya".
De la única violencia que se ha hablado hoy ha sido la de la policía española cuando Rull ha calificado de "vergüenza" los hechos del 1-O: "Los observadores internacionales que vivieron el 1-O quedaron escandalizados. Muchos titulares de la prensa internacional el día siguiente del 1-O tenían una palabra en común: shame (vergüenza)".
"Nunca me imaginé que delante de gente pacífica, gente joven, mayor, abuelos, abuelas, con una dignidad extraordinaria, nunca habría pensado que se hubiera desplegado un nivel de violencia como lo que se desplegó".
Por otra parte, la fiscal ha preguntado a Rull por las papeletas, sobre si se habían imprimido en el sur de Francia y si sabía quien las había encargado. "Sí, las había. Yo voté con una de estas papeletas ", le ha respondido. Lo mismo ha ocurrido con las urnas, cuando Madrigal le ha recordado que, en una entrevista los días antes, dijo que estaba convencido de que las habría. "Estaba convencido, porque fue una iniciativa extraordinaria que comprometió mucha gente".