La fiscalía no tiene ninguna intención de modificar su acusación de rebelión contra los nueve presos y presas políticos que están siendo juzgados en el Tribunal Supremo desde hace dieciséis semanas. En su informe final, el ministerio público dará por probado que hubo violencia y por lo tanto rebelión, según adelantan diversos medios citando fuentes próximas a la fiscalía.
Ahora que el juicio al procés ya ha entrado en su recta final, los representantes de la fiscalía consideran que la rebelión ha quedado probada, al igual que la malversación y la desobediencia. En relación a la rebelión, sostienen que ha quedado acreditada la existencia de una violencia que los acusados aprovecharon para conseguir la independencia.
Esta semana se ha entrado en la fase documental del juicio, y una vez acabada, las partes tendrán que elevar sus conclusiones provisionales a definitivas. Consuelo Madrigal, Javier Zaragoza, Fidel Cadena y Jaime Moreno, los cuatro fiscales del caso tienen pendiente de celebrar una reunión para acabar de definir su informe final y posibles modificaciones de petición de penas, pero sin modificar las acusaciones.
Hasta 25 años de prisión
La fiscalía, en sus conclusiones provisionales acusó de rebelión y malversación a Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Raül Romeva y Dolors Bassa. Junqueras se enfrenta a la petición de prisión más alta por estos dos delitos, 25 años, mientras que para Turull, Rull, Forn, Balsa y Romeva pide 16.
Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y Carme Forcadell también están acusados de rebelión por la fiscalía, que al inicio del juicio pedía 17 años de presó para los tres.