Por las portadas de ayer se sabía cómo irían las de hoy. Si este miércoles valoraron las cuestiones previas de las defensas en tono crítico como una "ofensiva política", obviamente este jueves se valoran las réplicas de los fiscales como una "defensa de la democracia", una argumentación que es una "ofensiva" tan "política" como la que se atribuye a la defensa. Ara y El Punt Avui son los únicos diarios que así lo explican.
Aquí está. El juicio aun no ha entrado en la sustancia del procedimiento y los diarios, por inercia, han establecido netamente que se trata de una vista donde la política tendrá tanto o más peso que las llamadas "cuestiones técnicas". La insistencia de los diarios —¿cómo llamarlos? ¿Los diarios del 155?— en que el juicio al procés es un simple caso penal más lo ha deshecho la realidad de las argumentaciones de unos y otros en apenas un par de días. ¿Se puede decir ya que es un juicio político? No hará falta: ya lo dejan bien claro los mismos diarios que lo desmentían.
La diferencia, claro, es que si "la ofensiva política" la comandan las defensas, es mal, mientras que si la comandan las acusaciones, es bien. El juego consiste al poner en competir —tu eliges— el relato de los abogados de los encausados en torno a la protección de los derechos fundamentales de sus clientes, y el relato de los fiscales del Estado, que se revuelven diciendo que "defienden la democracia". El mismo pretexto sirvió para enviar a miles de agentes de la policía y de la Guardia Civil a pegar a la gente que quería votar el 1 de octubre de 2017. ¡A por ellos!, ha dicho la fiscalía, y se ha sacado de la manga el invento de las "murallas humanas", porque ni su propia jurisprudencia le sirve de referente:
Aquí no todo encaja bien, porque en el lado de los "defensores de la democracia" no sólo figura el Estado, sino también Vox. Uno y otro forman una simpática pareja a la que ningún columnista todavía denomina "pinza" —ni lo hará: hoy, en los diarios, la única "pinza" que vale es la que endosan a los partidos indepes y a los de la derecha en el Congreso. En italiano, a quedar bien le llaman fare una bella figura. A quedar mal, fare una figuraccia. Pues eso. En la sesión de ayer, fiscalía y Vox hacían una... (acaba tú mismo la frase en italiano).