Los observadores han denunciado hoy una nueva traba judicial por parte del magistrado Manuel Marchena "con importantes consecuencias jurídicas" en el juicio en el procés. Los observadores del International Trial Watch han criticado el tratamiento que ha dado el magistrado en la séptima semana del juicio a los atestados, concretamente a la negativa de Marchena a contrastar las declaraciones del teniente coronel de la Guardia Civil Daniel Baena, con los atestados que él dirigió.
El magistrado Marchena destacó que solo se considerará lo que se diga en el juicio. En este punto los observadores destacan que en el proceso penal el atestado es clave para poder contrastar lo que se ha hecho con lo que se declara al juicio, "y mucho más en el presente caso, en que la instrucción (y el acuerdo de prisión provisional) se han fundamentado en gran medida en tales atestados.
En el caso de Baena, los observadores apuntan que las pocas preguntas que pudieron hacer las defensas "han puesto al descubierto que el objeto de la investigación, iniciada en el 2015, no eran unos hechos concretos sino un movimiento político". Este hecho, según su opinión, ha puesto en evidencia "que podría tratarse de un proceso político, no posible en el marco del procés penal español".
También destacan que si se demostrara que Baena, director operativo de las investigaciones a las órdenes del fiscal Zaragoza, "no actuó con absoluta neutralidad e imparcialidad tal como exige la ley, resultaría también evidente la falta de credibilidad del propio testigo". Se refieren a los tuits que Baena hizo en Twitter con el alias Tácito.
Declaraciones preparadas
Los observadores internacionales han remarcado que en las sesiones se oyen palabras como "odio", "tumulto", "masa", "polvorín", "insurrección" o "miedo". A pesar de que son "valoraciones subjetivas que no relacionan los acusados con los hechos imputados", avisan que su uso reiterado "podría denotar tanto que estas declaraciones estarían orquestadas y preparadas, como el hecho de que el juicio retransmitido en directo estaría contaminando las testificales".
En cuanto a los aspectos procesales, han vuelto a lamentar que se mantenga la limitación por parte del presidente de la sala de confrontar los testigos con el recurso de imágenes de video o documentación de la instrucción.
Tampoco se permite que la parte que no haya propuesto un testigo le pregunte más allá de lo que le ha planteado la parte proponiente. Por otro lado, denuncian que las partes sigan sin conocer el calendario completo del juicio, ni siquiera la orden en que se practicará la prueba testifical, lo que dificulta enormemente la preparación de los interrogatorios.