Los observadores internacionales al juicio en el procés han denunciado que la falta de imparcialidad del presidente de la sala segunda Manuel Marchena ha llegado a su máximo con el comentario "mucho mejor" que hizo el magistrado la semana pasada cuando una de las defensas decidió no proseguir un interrogatorio ante las interrupciones del presidente.
El International Trial Watch denuncia en su último informe que "la actitud desconsiderada y limitante del presidente de la sala hacia las defensas ha llegado esta semana a su grado máximo de aparente pérdida de imparcialidad objetiva". Denuncian que ha limitado las declaraciones de los testigos de las defensas cuando explicaban los hechos vividos y expresaban sus sentimientos y sensaciones, cosa que no pasó cuando los que daban su testimonio eran agentes policiales propuestos por las acusaciones.
Así consideran que el trato a la acusación y las defensas no es equitativo: "se interrumpe continuamente las defensas, y a las acusaciones se les presta más consideración y se los permite formular las preguntas de forma completa, sin interrupción" y alerta de una posible vulneración del principio de igualdad de armas. También denuncian "un gran desinterés" de la sala al profundizar en el ejercicio de la violencia durante el 1-O.
Capítulo aparte es merece lo "mucho mejor" de Manuel Marchena, cuando el abogado Benet Salellas decidió no proseguir con la declaración de la filósofa Marina Garcés, ante las continuas interrupciones de Marchena. Los observadores recuerdan el caso del juicio a Arnaldo Otegi y la condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos por pérdida de imparcialidad objetiva del juzgador".
Los observadores también rechazan la "reprimenda extraprocesal" que hizo el tribunal a los abogados de las defensas, que a su parecer "se escapa diametralmente de la imparcialidad objetiva que tiene que regir el arbitrio del tribunal, y podría derivar en una limitación del derecho de defensa".