Sebastián Trapote, jefe del CNP en Catalunya durante el 1-O, fue objeto de una larga investigación a raíz de la muerte en Badalona de un obrero y padre de siete hijos, José Luis Herrero Ruiz, el 8 de junio de 1974. El obrero estaba ya contra la pared mientras un policía le ponía las esposas, cuando Trapote se acercó y le disparó por la espalda a un palmo de distancia. El disparo que provocó la muerte de Herrero le atravesó el corazón y salió por el pecho.
Esta es la película de los hechos, según el testigo del mismo Trapote, que reconoció haber disparado por la espalda, y los resultados de la autopsia y los informes de los forenses.
No obstante, el 6 de diciembre de 1977 se decretó el sobreseimiento de la causa al aplicarse al policía los indultos de 1975 y 1977. Con todo, la viuda y los siete hijos denunciaron al Ministerio de Interior, que en octubre de 1983 fue condenado a indemnizar a la familia. La sentencia tildó de negligente a Trapote por haber utilizado "desde el primer momento el más extremo y violento de los medios que se pueden utilizar: la pistola", según publicaron los diarios de la época.
Toda aquella polémica ha vuelto a saltar hoy a la actualidad a raíz de la respuesta de Trapote cuando el presidente de la sala que juzga el procés, Manuel Marchena, le ha preguntado si había sido alguna vez procesado. "Nunca", ha respondido.
La respuesta de Trapote, actualmente jubilado, ha provocado múltiples reacciones, incluida la de uno de los observadores internacionales que sigue el juicio. "A las preguntas sobre las generalas de la ley, parece que olvida la muerte del obrero Herrero en 1974. Parece que el pasado de este jefe de la Policía Nacional no es el más honorable", ha denunciado Iñaki Rivera, director del Observatorio del Sistema Penal, en declaraciones a El Nacional.
La reacción también se ha multiplicado en las redes. Una de las primeras ha sido la del exdiputado de la CUP David Fernàndez.