Hoy ha declarado uno de los guardias civiles que analizó las comunicaciones del conseller de Interior Joaquim Forn y el major Josep Lluís Trapero y las salas de mando de los Mossos d'Esquadra.
Es el agente R77175H. Aunque el fiscal le ha preguntado sobre las escuchas, Manuel Marchena ha cortado el interrogatorio porque las conversaciones se escucharán más adelante y se ha tenido que limitar a exponer algunos puntos del seguimiento. Vox sí que le ha podido arrancar algún detalle: "En julio del 2017 detectamos un correo dirigido a Trapero en el que se habla de una reunión donde se trató el papel de los Mossos en un escenario futuro".
De hecho, el agente ha dicho que todos los departamentos de la Generalitat estaban coordinados para hacer el referéndum, aunque Marchena ha acabado matizando que el policía no observa a todos los actores del procés. Un Marchena mucho más afinado para acotar el interrogatorio de ayer donde tanto la fiscalía como los testigos hicieron un poco lo que quisieron poniendo en cuestión incluso si sus argumentos eran verídicos.
El origen de la investigación con respecto a los Mossos, según el testigo, se remonta a un documento del 2015 requisado a Lluís Salvadó donde consta que "los Mossos tienen que hacer un papel importante en materia de defensa. Y habla de la ciberseguridad y una agencia de inteligencia catalana".
La otra prueba de cargo, según la Guardia Civil, es el Enfocats que se interviene a Josep Maria Jové y la agenda Moleskine, donde consta una reunión con Artur Mas, Marta Rovira, Raül Romeva donde se decide optar por la vía unilateral y donde hay que tener en cuenta a los Mossos d'Esquadra y "la preocupación de qué papel tendrán los Mossos".
Entre la documentación intervenida a Jové, hay un documento llamado Enfocats, en el que se dice que los Mossos tienen que ser estructura de Estado
"Hay que dar garantías jurídicas a los Mossos para que no puedan ser sancionados", relata el guardia civil intentando rehacer el relato de la connivencia entre Govern y Mossos y el restablecimiento del brazo armado necesario para avalar el delito de rebelión.
Los correos de Forn
La gran mayoría de agentes de la Guardia Civil que han declarado hoy han sido los responsables de analizar los correos electrónicos de los consellers y las estructuras de gobierno como la Conselleria de Interior y los Mossos d'Esquadra.
El policía E98218B ha declarado en relación a los correos de Joaquim Forn. "Forn siempre decía que tenía claro que el referéndum del 1-O se celebraría a toda costa", ha dicho justo antes de entrar en el detalle de las comunicaciones sobre cómo serían los dispositivos y las órdenes de la fiscalía y el TSJC.
Sobre la coordinación de Diego Pérez de los Cobos, el testigo ha querido reforzar el hecho de la oposición del major Josep Lluís Trapero: "Se opone al nombramiento" y que cree que no es pertinente que una persona nombrada por el Ministerio pueda llegar a comandar los Mossos d'Esquadra y que "siempre habían sido escrupulosos con su independencia gubernativa".
Forn siempre se refería al referéndum como una votación normal
"Forn hace mención a la convivencia ciudadana en un correo del 26 de septiembre", ha explicado el agente para introducir cómo se preparaba el operativo para el 1 de octubre.
"En el buzón de Forn también había uno que hablaba de los colegios habilitados para el 1-O y se hace referencia a la ocupación de los centros", ha relatado, añadiendo que había órdenes para vigilar a los otros cuerpos de seguridad. "En el momento que había un movimiento nuestro tenían órdenes de dar nuestros movimientos y en qué dirección íbamos. Se dieron casos que se siguieron convoyes nuestros para saber adónde íbamos, a pasar placas de matrículas, de vehículos camuflados, y se decía por la emisora que se enviaran fotos".
"La orden era que se apartaran de allí y que no se viera ninguna imagen de ellos al lado de la Guardia Civil o la policía española actuando", ha denunciado. Según este agente, los Mossos "habían estado hablando con los responsables del local de votación y ya les habían comentado su estrategia.
El policía ha acabado explicando el contenido de un mail donde se exponía una de estas estrategias: "En un caso en la Jonquera, dice por transmisiones un binomio que les habían comentado que en el momento que llegara una dotación de Guardia Civil y policía española les harían un pasillo hasta llegar a la urna y que se la encontrarían atornillada a la mesa".
Los correos de Bassa
También ha declarado al agente F98511S, que analizó los correos intervenidos a la consellera Dolors Bassa. "Encontramos un correo de Bassa que informaba al secretario general de CCOO que los trabajadores tendrían derecho a unas horas del trabajo para votar el 1-O", ha sido una de las revelaciones del juicio. "En un correo, Bassa da indicaciones sobre la huelga del 3-O. Informaba de que la Generalitat se había unido a la huelga", ha añadido.
Sobre los registros en el Departament de Salut ha dicho que "todos los registros de Treball se realizaron con normalidad". Y sobre la concentración de fuera no la ha tildado de violenta, pero ha negado que fuera pacífica, según su criterio: "Los concentrados nos insultaban y gritaban. Eso no lo defino como una concentración pacífica".
También ha declarado el agente M81486Q que participó en el análisis de correos de Dolors Bassa: "Seleccionamos los correos de interés por los delitos que se investigaban".
Es quien encontró el correo que "daba las gracias a sus trabajadores por su firmeza y constancia".
Los correos de Borràs
El agente R51133F, que también ha declarado hoy, analizó los correos de la exconsellera Meritxell Borràs. Los primeros correos que analizaron son del 2016. Y los últimos, de febrero y marzo del 2017.
Ha explicado que "entre los correos de Borràs encontramos de relacionados con el voto de los catalanes en el exterior" y que "se entendía que el registro de catalanes en el extranjero (en una prueba piloto) se tenía que utilizar como un censo electoral".
La operación 'papeletas'
Uno de los agentes que intervino la nave de Bigues i Riells el 19 de septiembre del 2017, donde había prácticamente todo el material para el referéndum, ha relatado que "dentro de los sobres había toda la documentación electoral, incluso los carteles que se suelen poner en los colegios electorales con la mesa y el distrito". "Encontramos papeletas que ponían 'Referéndum de autodeterminación. Sí y No", ha proseguido explicando. El agente lo ha cuantificado en 10 millones de papeletas.
También ha relatado la concentración que hubo fuera durante el registro a partir de las 10h de la mañana. El policía ha explicado que llegan a las 9h y "la zona está totalmente tranquila y no hay ningún incidente". Hasta las 10h que empieza a llegar gente gritando "votaremos".
A la hora de salir con el detenido Pau Furniol y el secretario judicial, el agente explica que se complica hasta el punto que las furgonetas cargadas con el material no pueden salir: "8 furgonetas cargadas hasta arriba con un peso considerable tenían que circular muy lentas y con precaución. Teníamos que salir en dirección contraria porque había menos personas, 30 o 40, aproximadamente. Fue materialmente imposible".
"La furgoneta no pudo salir. Hubo gente que se tiró al suelo. Bloquearon la salida de los vehículos. Y dije que no se salía por razones de seguridad", ha descrito al agente que se responsabilizó de aquel dispositivo.
El guardia civil explica que hasta las tres de la tarde no llegan los Mossos y que es una patrulla de seguridad ciudadana y directamente se pone a hacer una mediación: "Ya está, ya hemos cumplido, no daremos lo que buscan ni imágenes de violencia ni enfrentamientos con los Mossos".
La técnica que utilizaban era sentarse en el suelo y cogerse de los brazos
La patrulla de Mossos abre un pasillo entre la multitud y se hace el segundo intento para salir, que ha relatado con todo detalle el agente R77175H: "Y se empieza a abrir un pasillo entre los concentrados. De seguridad no, porque con dos agentes no es de seguridad. Las furgonetas empiezan a circular, pero algunas personas se ponen delante de la primera furgoneta y vuelven a bloquear la salida. Y en todo este tiempo, evidentemente, gritos. La posición era totalmente hostil, nos estábamos llevando sus papeletas. Se lanzan latas de coca-cola, botellas de agua, se golpean los vehículos...".
"Los agentes estaban dentro de los vehículos soportando lo que había. La consecuencia final fue daños en los vehículos", ha dicho. El balance es un retrovisor roto y golpes. "Había gente de todo tipo", ha respondido ante la insistencia de Vox para que situara a niños o abuelos en primera fila. Y Marchena ha cortado las preguntas sobre si la reacción era como de "guerrilla urbana". "La técnica que utilizaban era sentarse en el suelo y cogerse de los brazos", ha concretado el agente.