Vicenç Nos y Quim Franquesa han declarado esta tarde para explicar su sistema de votación electrónica.
Son los dos informáticos que se reunieron con el Govern para el voto exterior. Han explicado que no acabaron el proyecto del voto exterior por falta de tiempo y porque no sabían cómo lo cobrarían. Además han explicado la falta de predisposición de los técnicos del CTTI de sacar adelante el proyecto.
Franquesa, que fue el contacto con el Govern, empezó las conversaciones a finales del 2017, en un bar en Sant Joan Despí, con Xavier Vendrell.
"Cuando nos reunimos nos dijeron que sería legal", ha concretado Franquesa.
Lo mismo ha dicho Vicenç Nos: "Hasta que dijimos que 'no' no era un referéndum ilegal. Sé que en septiembre el tribunal anula alguna cosa, pero no sé más".
La reunión de Pedralbes
Vicenç Nos ha explicado con un tono fresco y desenvuelto que le pidieron un proyecto para el voto electrónico para el referéndum y que asistió a una reunión en el Palau de Pedralbes el 16 de agosto, la víspera de los atentados.
Los dos han identificado a Oriol Junqueras, Carles Puigdemont y Marta Rovira como algunos de los asistentes a la reunión. El resto, la Guardia Civil les enseñó fotos para poder identificar a miembros del Govern.
El abogado de Carles Mundó ha insistido en el hecho de que la Guardia Civil le enseñó fotos para que lo identificara en la reunión de Pedralbes, una reunión corta con unas 15 personas.
Vicenç Ros ha explicado que durante la reunión se explicó el sistema informático que no se llegó a desarrollar nunca y que se pidió un proyecto de votación en el extranjero.
Nos ha explicado que el presupuesto estaba entre 400 y 500 mil euros y la mitad se gastaban en recursos de la red y mantenimiento. "Transmití que si no teníamos el dinero antes y no facturábamos, no podíamos hacer nada", ha explicado.
"La manera de cómo hacer el pago no me importaba, mientras no me dieran un cheque o fuera en efectivo", ha explicado a preguntas de la abogada del Estado. El proyecto decayó porque la Generalitat no respondió cómo facturar y porque ya no había tiempo.
Lo mismo ha corroborado Franquesa: "La Generalitat tenía las cuentas bloqueadas y no podían pagar nada. Nos tenía que pagar una tercera parte que no sé quién es".
Quim Franquesa ha relatado más reuniones a finales de agosto con técnicos del CTTI y en el Palau de la Generalitat para explicar cómo funcionaba el sistema. Y ha concretado: "Pero los técnicos del CTTI no estaban demasiado predispuestos a desarrollar este proyecto".
"La manera de cómo hacer el pago no me importaba mientras no me dieran un cheque o fuera en efectivo", ha dicho Nos. "La parte técnica no estaba definida, no sabíamos quién nos tenía que pagar y no acabamos, nos tiraron atrás", ha añadido Franqueza.