La secretaria judicial del juzgado de instrucción 13 de Barcelona ha explicado que los tres vehículos de la Guardia Civil se dejaron en la puerta para que la salida fuera "lo más corta posible".
Montserrat del Toro declara sin que la podamos ver. No es testigo protegido, pero la fiscalía ha pedido que no se enseñe su cara "porque vive en Catalunya", lo que ha provocado la queja de las defensas.
La secretaria judicial ha dicho que pasó miedo "todo el día", pero sobre todo a partir de las 21.30 h, que es cuando ya había acabado el registro, y tratando de salir subió al terrado y vio a la multitud.
La salida
Con un relato dramatizado ha explicado que los Mossos se negaron a hacer un cordón de seguridad del edificio; que a las 21.50 h ya había acabado y que desde las 16 h no podían tener contacto con el exterior porque los teléfonos "estaban colapsados por la aglomeración de la gente de fuera"; que pidió un helicóptero, y que le hicieron tres ofertas. Primeramente le ofrecieron salir sola por la puerta principal custodiada por dos mossos hasta el metro. "Esta opción ni la contemplé", ha dicho. "No era una opción segura y no la acepté". "Se me hizo una segunda oferta: me harían un pasillo de civiles, a un lado y a otro. Lo rechacé. Tenía que salir con la comisión judicial y seguía sin ningún tipo de seguridad para mi integridad física", ha explicado. "Hubo una tercera oferta con un pasillo formado por agentes de la Brimo. Siempre por la puerta principal y sólo para ser transitado por mí. No podían asegurar la integridad física de todos los objetos intervenidos por la Guardia Civil. Dije que no", ha explicado, y ha añadido que la policía le dijo que no había más opciones.
"Llamé al magistrado instructor porque era la única persona que podía hacer algo por mí: 'Me tienes que sacar de aquí'", ha expuesto como si fuera una película de aventuras. "Aprovechando el final de una función de teatro saldríamos entre el público y me acompañarían ocho agentes vestidos de paisano", ha dicho para encarar la explicación sobre como salió finalmente por el terrado y el teatro Coliseum después de las llamadas del juez al mayor Trapero. Montserrat del Toro tuvo que salir "con los actores", ha explicado con todo lujo de detalles.
Contra los Mossos
Sobre el cordón policial para proteger el edificio, Montserrat del Toro ha cargado contra los Mossos y la intendente Teresa Laplana: "Laplana consideró que era innecesario y que consideraba que no habría disturbios", ha dicho refiriéndose a Teresa Laplana, procesada por la Audiencia Nacional sobre la petición que hizo para proteger el edificio y la necesidad de un cordón policial para proteger la comisión judicial.
Dramatizando constantemente el relato, ha explicado a preguntas de la fiscalía: "Me dicen que sobre las 10 h había miles de personas, y desde el interior se escuchaba un "murmullo constante; sobre las 11 h ya se oía la megafonía".
"Hablaban en catalán. Decían: Votaremos; no pasarán; no saldrán'", ha explicado enfatizando que se oía mucho ruido.
Del Toro ha identificado que entre las voces oyó la de Carme Forcadell por un megáfono.
"Nadie en ningún momento intentó ponerse en contacto conmigo. Todas las comunicaciones se hicieron a través del teniente de la Guardia Civil, que era el responsables de la investigación. Teresa Laplana, intendente de los Mossos d'Esquadra, sí habló "seriamente y pausadamente" con el teniente de la Guardia Civil, ha explicado.
Pedí un helicóptero
La secretaria judicial ha explicado que pidió un helicóptero para salir y que cuando la policía subió al terrado le comunicó que era imposible porque había "muchas antenas y plantas".
Y aun así ella subió y vio lo que había en la calle, que ha descrito con muchos detalles: "Vi un mar de gente. Hice fotos. La multitud de gente llegaba hasta Plaça Catalunya y se extendía por las calles perpendiculares, y la intención simplemente era incorporarlas al informe que tenía que hacer de las incidencias".
La secretaria judicial ha explicado cosas que nunca se habían dicho hasta ahora, como que hubo un "alud de gente que quedaban encastados al cristal" y que alguien lanzó "una botella de agua" contra la puerta.
Vi que no podía salir por la puerta. Yo no sé si en un principio fue una manifestación, pero a lo largo del día se transformó en una concentración, y al final del día era un tumulto de gente y no se podía transitar por la calle. Inocentemente pensé que quizás podía salir por otra parte. Y evidentemente sólo quedaba por el aire", ha dicho a preguntas de la abogada del Estado Elena Saénz, que hoy se ha estrenado en los interrogatorios.
El pasillo
"Me dijeron que harían un pasillo humano con civiles", ha dicho, y ha añadido que la Guardia Civil le dijo que no se podía garantizar "la seguridad de los detenidos".
Sin los detenidos presentes, la secretaria judicial llamó al juez, que ordenó que continuaran los registros.
A las 16 h, y "sin posibilidad de hacer un descanso, se preguntó si se les podía traer algo para comer". Pero Del Toro ha explicado que la Guardia Civil le dijo que "si la gente veía llegar a un pizzero no lo dejarían entrar porque sabrían que era para ellos".
"No se podía salir en aquellas condiciones", ha dicho para dramatizar el relato.
Los Mossos d'Esquadra entraron bocadillos para la comisión judicial. Del Toro ha dicho que les hicieron llegar cinco bocadillos porque una mossa "se había apiadado de nosotros, pero yo no la vi nunca".
La llegada
A las 7.40 h la policía recogió a la secretaria judicial y fueron hasta la Conselleria de Economia. La secretaria judicial ha calculado que había 12 agentes de la comisión judicial no uniformados, 8 uniformados y 3 vehículos.
"El día antes el magistrado instructor había acordado una operación de unas 40 entradas y registros, muy relacionados con los hechos denunciados, y concretamente el registro en que yo me quedé porque era el más complejo eran cuatro entradas en determinados despachos de la Conselleria", ha dicho Montserrat del Toro.
Ha explicado que se hicieron registros en los despachos de Josep Maria Jové, Natàlia Garriga, Mercè Martínez y la oficina de procesos electorales. La secretaria judicial no recuerda si había orden de detención, y ha expuesto que ninguno de los cuatro estuvo presente.
"No había ningún responsable, sólo funcionarios," ha explicado Del Toro sobre la llegada a la Conselleria.