"Yo no traté el tema del 1-O con ningún miembro de la Generalitat", ha dicho Soraya Sáenz de Santamaría sólo empezar el interrogatorio en el juicio en el procés.
Sí que ha admitido tres reuniones con Oriol Junqueras. Ha detallado que en ningún momento hablaron del referéndum, a pesar de la intención del vicepresident: "Junqueras no tenía interés en otras cosas, sólo en el referéndum".
"En ningún caso ni íbamos a entendernos ni íbamos a negociar ningún asunto relativo al referéndum", ha dicho firme y sonriente. "No había ni diálogo ni ninguna disposición de entendimiento", ha remarcado.
Soraya Sáenz de Santamaría también ha destinado los primeros minutos de la declaración a hablar de "fractura social": "Había mucha gente con muchos problemas en Catalunya, por la desazón que sufrían".
Para hacer el referéndum, según Sáenz de Santamaría, había que reformar la Constitución: "Me negué rotundamente a hablar del referéndum porque no podemos disponer de la soberanía nacional". Y sobre la negativa al diálogo, se ha escudado en la crisis: "Nosotros queríamos hablar de los efectos de la crisis. El gobierno de la nación también es gobierno en Catalunya".
A preguntas de Jordi Pina, se ha mostrado como una garante de la democracia y prácticamente ha condenado ya a los procesados: "Todo gobierno tiene que cumplir las leyes y hacerlas cumplir y cumplir la Constitución. Quien no la cumple acaba en el banquillo de los acusados".
Todo gobierno tiene que cumplir las leyes y hacerlas cumplir y cumplir la Constitución. Quien no la cumple acaba en el banquillo de los acusados
Y ha explicado las advertencias: "Dijimos una vez y otra que no siguieran por aquel camino porque fracturaban la convivencia".
La exvicepresidenta ha evidenciado la falta de voluntad de diálogo por parte del ejecutivo de Rajoy: "Ningún gobierno tiene capacidad de disponer de la soberanía nacional. Hablar sería hacerlo porque sí".
El 1-O
"Como consecuencia de una instrucción de la fiscalía, se encarga a la Policía y a la Guardia Civil que se coordinen con los Mossos. El ministro del Interior tomó la decisión de enviar 6.000 para que ayudaran a cumplir la orden pública", ha explicado Soraya Sáenz de Santamaría lamentando las competencias que tienen los Mossos sobre la seguridad en Catalunya.
Y ha concretado que "la policía cumplía instrucciones judiciales" y que "la presencia de Policía española y Guardia Civil era indicada en Catalunya".
De la violencia policial no ha dicho nada y le ha dado la vuelta: "Todo el mundo vio imágenes violentas contra los cuerpos policiales". Pero no ha concretado ninguno. Y no ha querido decir en ningún momento si la policía española actuó desproporcionadamente: "Siempre me han parecido muy profesionales en sus actuaciones".
Tampoco ha concretado que nadie la informó de que se pararan las cargas y ha dicho que estuvo todo el día mirando por la tele lo que pasaba en Catalunya durante el referéndum.
Soraya contra las cuerdas
"No conozco los detalles de la instrucción enviada a los cuerpos de seguridad. Es lógico que se busque la proporcionalidad". Xavier Melero es el abogado que la ha apretado más y que la ha puesto en más problemas para responder. Y entre los temas que le ha planteado había todo el tema de seguridad y que afecta a Joaquim Forn: "El informe de inteligencia sobre los riesgos del 1-O lo vi después. Si lo hubiera tenido antes, lo habría seguido".
Melero le ha preguntado si sabía que la policía española tenía las funciones limitadas, un hecho que Sáenz de Santamaría desconocía y así lo ha admitido: "No sabía que las directivas limitaban la actuación de las fuerzas de seguridad del Estado en caso de grandes concentraciones".
"A mí me dijeron que para cumplir la instrucción de la fiscalía se tenía que enviar seis mil efectivos a Catalunya", ha dicho Soraya Sáenz de Santamaría sin saber de dónde sacó esta cifra: "De la cifra de seis mil efectivos se hablaba de forma habitual".
Xavier Melero ha puesto en evidencia el "conocimiento difuso con fuentes ignoradas" de la exvicepresidenta. El abogado de Forn ha sido el único capaz de eliminar la sonrisa de la cara a Soraya Sáenz de Santamaría.
La violencia de Soraya
"Nos encontrábamos con que en cada actuación judicial había multitudes creando imágenes violentas". Así ha entrado la violencia en el juicio al procés. Por boca de la exvicepresidenta del gobierno de Mariano Rajoy. Con todo, no ha concretado ni acreditado ni un solo acto violento. Sólo ha dicho que "considera un acto violento" la manifestación de delante de la Conselleria d'Economia el 20-S.
Nos encontrábamos con que en cada actuación judicial había multitudes creando imágenes violentas
Y ha incidido en la fractura social: "Dijimos una y otra vez que no siguieran por aquel camino porque fracturaban la convivencia". "Dijimos abiertamente que no podía haber choques violentos", ha dicho Sáenz de Santamaría poniendo como ejemplo a los alcaldes: "Muchos alcaldes vivieron situaciones de acoso". "Sabiendo que se podía reproducir la violencia del 20-S y 21-S, siguieron adelante", ha concluido.
Andreu Van den Eynde ha interpelado a la vicepresidenta para saber dónde vio los actos violentos: "¿Vio a algún policía pegar a algún ciudadano?".
Sáenz de Santamaría ha culpabilizado al Govern porque llamó a la gente a hacer de "muralla": "Las imágenes del 1-O no son agradables, pero si no se hubiera hecho un llamamiento a hacer murallas humanas, no habrían pasado".
Y la contradicción de la vicepresidenta ha sido la rebaja de los policías heridos. De casi 400 a 93. Ha dicho que fueron "depurando". Sáenz de Santamaría ha asegurado que no sabía cómo sería el dispositivo policial y la estrategia del 1-O: "El Gobierno ni interviene ni decide en los operativos policiales".
La democracia
"No se puede hablar de lo que no se tiene capacidad de disponer", ha dicho Soraya Sáenz de Santamaría después de decir "un gobierno democrático respeta la libertad de expresión y la libertad ideológica. Pero tiene que velar por el cumplimiento de la ley".
"Eso es una democracia y por mi experiencia en el gobierno a nadie le hemos tenido que explicar que España es una democracia consolidada", ha dicho seca la exvicepresidenta a preguntas de la defensa de Oriol Junqueras.
El 155
"Con el 155 cesamos a todo el Govern de la Generalitat. Descabezar es expulsar a una persona de su cargo", ha dicho la exvicepresidenta del Gobierno.
Soraya Sáenz de Santamaría ha dicho claramente que no consideraron que la declaración del 27-O fuera simbólica y que por eso se aplicó el artículo 155 de la Constitución que suspende la ciudadanía: "Se había declarado unilateralmente la independencia. Había una vulneración muy grave de la orden constitucional".
"El 155 no se había aplicado nunca. Se hizo un gran esfuerzo por parte de todos los implicados. Se hicieron ceses", ha dicho al inicio del interrogatorio. "Rajoy envió una carta a Puigdemont, antes de activar el 155. No vino al Congreso", ha concretado.
"La aplicación del 155 es una cuestión política y constitucional", ha lanzado Sáenz de Santamaría a Vox cuando le ha preguntado sobre los motivos y ha concretado: "Para aplicar el 155 tuvimos en cuenta la soberanía nacional, el respeto a la ley, la convivencia y el acuerdo político".
"A mí me provocó el cambio de gobierno de julio del 2017 cuando algunos consellers abandonaron el Govern, entre ellos el de Interior", ha dicho.
Y ha concretado que en la Conselleria d'Interior se hizo una mayor intervención en consecuencia de lo que había pasado las semanas anteriores: "Yo oía hablar del señor Trapero, que es a quien cesamos".