Raül Romeva ha acabado su declaración de hora y media con un chasquido final contra el gobierno del Estado y contra el tribunal. Si durante toda la comparecencia ha hecho una apelación al diálogo y a los derechos fundamentales, los minutos finales han sido una explosión de reproches contra los que han sentado a todo un gobierno en el banquillo de los acusados:
"Si estamos hoy aquí es porque quienes debían haber hecho política no lo hicieron y les pasaron a ustedes la responsabilidad. No asuman esta responsabilidad. Devuélvanla allí de donde no debía de haber salido".
Raül Romeva ha empezado igual que Oriol Junqueras: "Me considero un preso político".
El conseller de Exteriors tampoco ha respondido a las acusaciones y sólo ha contestado a las preguntas de su abogado Andreu Van den Eynde.
También ha disparado contra Vox.
Y ha hecho un alegato de defensa sobre los derechos fundamentales, negando la violencia de los ciudadanos, denunciando la del 1-O de la policía y defendiendo que la autodeterminación es un derecho, que no se ha cometido ningún delito y que siempre se apeló al diálogo.
También ha admitido que el 27-O no hubo ninguna declaración de independencia, sino una voluntad de hacer efectivo el mandato del 1-O reconstruyendo el diálogo roto.
Junqueras, hoy detrás de su abogado Andreu Van den Eynde, ha seguido con interés la declaración y tomando notas.