Albano-Dante Fachin, testigo de la defensa de Jordi Cuixart, ha relatado también los hechos del 20 de septiembre delante de la Conselleria d'Economia. Como otros diputados, Fachin fue "como representante electo y como ciudadano".
Fachin ha explicado que fue porque "era un deber político más allá de si se era independentista o no. Las apelaciones constantes a la democracia hicieron que varias personas fueran. Se veía con facilidad que no era una concentración independentista sino una concentración bastante plural".
El exdiputado de Catalunya en Comú ha descrito que la gente que había "era bastante normal", y ha explicado que estuvo conversando con la Guardia Civil: "Les pregunté si los molestaba el humo de mi cigarrillo. La única preocupación que percibí y que me preocupaba era si le molestaba el humo de mi cigarrillo".
Para probar la violencia, la fiscal Consuelo Madrigal ha apretado a Albano-Dante Fachin sobre los coches y sobre si el 20-S la policía estaba preocupada, hasta el punto de que al final Manuel Marchena la ha hecho callar.
El 1-O
"La militancia dijo que se tenía que hacer un llamamiento a la participación al referéndum", ha dicho Albano-Dante Fachin. "Nos pegaron por haber ido a votar", ha añadido, y ha avalado las tesis de defensa que la violencia sólo vino de la policía española.
"En mi pueblo yo estuve en las escuelas unas horas el viernes y otras el sábado. No recuerdo si como partido político hicimos algún llamamiento. Me consta que centenares y miles de militantes participaron", ha explicado el exdiputado de Catalunya en Comú como muestra de que el referéndum era una garantía del derecho a decidir independientemente del sentido del voto.