El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha restado importancia a las imágenes tomadas la pasada semana en la cumbre de la OTAN en las que aparece con dificultades para tenerse en pie, sobre las que aseguró que se trataba de un "calambre" en la pierna, y pidió respeto hacia sus problemas de salud.
"Es maravilloso ver cuánta gente es experta en mi condición médica. He leído lo que la gente ha dicho. Sí, tenía un calambre en la pierna. Estaba en la reunión de la OTAN pero había cosas mucho más importantes en las que concentrarse que mi estado de salud", ha zanjado Juncker durante una rueda de prensa.
En las imágenes, tomadas durante la foto de familia de los líderes de la OTAN previa a su cena de gala, se observa cómo los primeros ministros de los Países Bajos, Mark Rutte, y de Portugal, António Costa, tienen que ayudar a Juncker a bajar los escalones del podio instalado para la fotografía.
El portavoz jefe del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, atribuyó la situación a "un ataque de dolor particularmente agudo provocado por su ciática", una condición médica que ya había afectado a Juncker en otros momentos, como durante el último discurso del estado de la Unión el pasado mes de septiembre.
Además, Juncker reiteró que, "francamente, no tengo tiempo para sinsentidos triviales" y pidió "respeto".