Giro Radical. Oriol Junqueras abandonará la presidencia de Esquerra Republicana después de las elecciones europeas. Junqueras, que ocupa este cargo desde 2011, empezará así un periodo de "reflexión y escucha activa" antes de decidir su futuro, según ha anunciado el partido en un comunicado emitido tras cuatro horas de una reunión extraordinaria de la Ejecutiva. Los republicanos también anuncian un Congreso Nacional extraordinario que se celebrará el 30 de noviembre para "fijar la nueva estrategia y buscar la mejor manera de recuperar la confianza del país" después del 12-M.

Esta decisión de Junqueras choca con sus propias palabras este martes en una carta dirigida al conjunto de la ciudadanía en la que aseguraba sentirse con fuerza para continuar al frente del partido, mientras Pere Aragonès había anunciado que dejaba la primera línea política. La carta de Junqueras, solo 24 horas después de que Aragonés comunicara su decisión empujado por unos resultados desastrosos para su formación, no había gustado a todo el mundo. La reunión de la Ejecutiva se había previsto que durara dos horas y se ha terminado alargando más del doble. 

Junqueras, de los primeros en irse de la reunión

Poco después de que el partido hiciera público el comunicado anunciando la fecha del Congreso y la decisión de Junqueras de abandonar la presidencia tras las elecciones europeas para decidir su futuro, el todavía líder de Esquerra ha abandonado la sede del partido en la calle Calàbria sin contestar a las preguntas de la prensa mientras el resto del partido seguía dentro. Antes, solo se habían marchado de la sede Diana Riba, precisamente candidata a las europeas que el partido deberá afrontar en medio de este terremoto, Laura Vilagrà, vicepresidenta del Govern en funciones, las consejeras Natàlia Mas y Ester Capella, y la presidenta de la federación de Barcelona Eva Baró, también concejala en el ayuntamiento.

Oriol Junqueras / Foto: Miquel Muñoz

Rovira no se postulará para revalidar el cargo 

Mientras Junqueras, que mañana jueves ofrecerá una rueda de prensa a las 9h para explicar su decisión, deja abierta la puerta a presentar candidatura a este Congreso el 30 de noviembre, señalando que abre un "periodo de reflexión", Marta Rovira ya ha descartado esta posibilidad. En una larga carta publicada en las redes sociales, la de Vic anuncia que "por coherencia" ha comunicado a la dirección que no se presentará para revalidar el cargo que desde 2018 desempeña desde el exilio.

En esta carta, Rovira señala que ya llevaba meses sentiendo que su etapa como secretaria general del partido, que empezó en el 2011 y que a finales del 2022 revalidó por un nuevo mandato junto a Junqueras, estaba llegando a su fin, considerando que es el momento de irse por "radicalidad democrática", su situación en el exilio, el "momento político" y por un ciclo electoral que no ha sido bueno para su partido. Pese a descartar volver a presentarse al cargo y al contrario que Junqueras, Rovira se pone al servicio del partido para "acompañar a esta transición para fortalecer el proyecto". Rovira no hace referencia en ningún momento a Junqueras en todo el texto, pero insiste en que es necesario un relevo al frente del partido que también le afectaría a él.

Tres derrotas electorales consecutivas

Esta crisis dentro del partido lega después de la derrota electoral sin paliativos de los republicanos en las urnas el pasado domingo. Con Aragonès al frente, que esa misma noche ya advirtió de que deberían asumirse responsabilidades tanto individuales como colectivas, al frente, el partido pasa de tener 33 diputados en el Parlament de Catalunya a solo 20, dejándose 13por el camino y obteniendo 146.000 votos menos que en 2021. Esta derrota llega después de la primera presidencia republicana de la Generalidad desde hacía 80 años, y desde 2021 gobernando en solitario tras la salida de Junts del Govern. Este ciclo malo al que Rovira hace referencia en su carta no se limita solo a las elecciones del domingo sino que también incluye el batacazo de Esquerra en las municipales de mayo de 2023, donde no sólo perdió en Barcelona, ​​donde en 2019 Margall había ganado, sino que también perdió poder local en todo el país con alcaldías importantes en todo el territorio, y las generales de julio, donde la pérdida de votos fue aún mayor.

En el horizonte existe también una posible repetición electoral de las catalanas en octubre si los partidos no llegan a ningún acuerdo, con una aritmética parlamentaria muy complicada. Los republicanos tendrían que afrontarlas sin un candidato claro ahora mismo y con el congreso por celebrar.