Oriol Junqueras ha reaccionado con contundencia ante las informaciones que aseguran que él ordenó, como presidente de ERC, a Alfred Bosch no activar los protocolos oficiales del govern y de ERC ante el caso de acoso sexual en la conselleria de Exteriores en el 2019. Todo según las alegaciones presentadas por el mismo exconseller en el expediente que se abrió en el partido. Esta información ha impactado de lleno en la recta final de la campaña por la segunda vuelta del congreso de este sábado, 14 de diciembre. Junqueras ha lamentado la "campaña desgraciadamente rellenada de descalificaciones, rumores sin pruebas, filtraciones, ataques y calumnias, una campaña marcada por el juego sucio propio de estructuras B," en un mensaje en X. Así, ha relacionado la estructura paralela dentro de ERC que salió a la luz a raíz del caso de los carteles, y del cual Junqueras ha afirmado siempre que se había montado sin su conocimiento mientras estaba en la cárcel, con su candidatura rival, Nova Esquerra Nacional, liderada por Xavier Godàs: "Esta filtración no es nada más que una más de las acciones a las cuales estamos acostumbrados a ver y vivir".

En el mismo tuit, Junqueras asegura que desde su candidatura, Militància Decidim, no entrarán "en estas prácticas de estructuras B del partido y nos centraremos en hacer propuestas en positivo y en explicar a los militantes que lo que ERC necesita es dejar atrás estas prácticas tan alejadas de los valores republicanos de nuestro partido". Todo ello, sin descartar emprender acciones legales por difamación.

La B, en marcha, según los junqueristas

Desde la candidatura de Junqueras han salido en tromba en defensa del expresidente y candidato a la reelección, después de que se hiciera públicas estas informaciones. Y la gran mayoría lo ha hecho apuntando hacia la estructura B del partido, que ven más en marcha que nunca para intentar evitar una victoria de quién es el gran favorito para ganar la votación del sábado. Elisenda Alamany, candidata de Junqueras a la secretaría general ha asegurado que lo que se ha visto este martes es una "nueva campaña de difamación propia de estructura B". "Porque hay alguien que ha decidido que si no gana, lo quema todo. Pero aquello que hayan querido quemar, no tengáis ninguna duda: lo volveremos a levantar".

Diana Riba, a quien Junqueras propone como vicepresidenta del partido, lamenta que los rivales del expresidente tengan que "recurrir" a casos de acoso sexual para intentar hacerlo caer: "Llegar al punto de utilizar casos de acoso sexual para atacar al adversario me parece de una bajeza moral y de una indignidad impropia de personas de este partido. Y más cuando sabemos que todas y todos, incluyendo Junqueras, lo hicimos todo para llegar al fondo de este caso". "El partido hicimos los deberes. Quien no los hizo fue Alfred Bosch. Querer implicar a otras personas que no tenían responsabilidades en gobierno en aquel momento es miserable. Todo el apoyo a las víctimas que, en un día como hoy, se ven obligadas a revivir aquellos hechos", ha añadido a la eurodiputada de Esquerra.

"Acabar con una manada de quinquis"

Pero una de las más contundentes ha sido Laura Pelay, concejala en Vilafranca del Penedès y candidata de Junqueras a la vicesecretaría general del Món del Treball. "Hay quien, con nuestro silencio, demostramos querer el partido. Hay quien difamando, quizás quieren salvarse a sí mismos, pero acabarán matando a un partido de 93 años de historia. Y cuanto más callamos, más se envalentonan. ¡Basta!", ha escrito en un tuit, añadiendo que su candidatura es la herramienta para "acabar con una manada de quinquis".